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ENSEÑANZA INNOVACIÓN

Escuchar para convivir mejor

Cada vez más colegios aplican el programa Escolta’m a través del cual grupos de tres alumnos conversan entre ellos y con su tutor, para crear vínculos, sentirse escuchados y aprender a respetar el turno de palabra|| Las sesiones sirven también para detectar posibles problemas entre niños

Estudiantes del colegio Balàfia tumbados en el suelo en el espacio habilitado en el centro para el programa Escolta’m.

Estudiantes del colegio Balàfia tumbados en el suelo en el espacio habilitado en el centro para el programa Escolta’m.AMADO FORROLLA

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H ablar y sentirse escuchados, respetar los turnos de palabra y crear vínculos entre los alumnos y con el tutor para mejorar la convivencia en las aulas. Estos son los principales objetivos del proyecto Escolta’m que cada vez aplican más centros educativos en Lleida. Este programa requiere de un espacio relajante y cómodo, donde los pequeños se sientan bien y la conversación fluya. Una de las escuelas que desarrolla este proyecto es el colegio Balàfia, que lo inició hace dos cursos y que también aplican actualmente otros centros de Infantil y Primaria de Lleida. En este caso, el centro ha habilitado un lugar, separado del resto de las dependencias del centro solo por una cortina, pero que hace sentir a los niños “en otro mundo”, con colores cálidos, una alfombra y cojines en el suelo y al que está previsto dotar también de pufs, detalla la directora, Salut Huerta. “El resto del colegio es verde y caqui”, ejemplifica la directora, en referencia a su antigüedad y a que está deteriorado.

Explica que el departamento de Educación forma a los profesores para poder aplicar este proyecto y hace un seguimiento durante dos cursos. Generalmente se encargan los tutores de cada clase, pero no se trata de una actividad dirigida por ellos sino de que los niños se expresen. Solo en momentos en los que la conversación no fluye, el docente saca una palabra o una imagen de unas cajas y a partir de ahí siempre se inicia un diálogo. Esta iniciativa sirve también para detectar posibles problemas de los alumnos tanto en el centro como con sus hogares y poder actuar así para atajarlos. Por ejemplo, un alumno que se siente rechazado por algún compañeros de clase o cuestiones familiares que les preocupan. Asegura que el hecho de ser pocos les anima a explicar más cosas y remarca que han constatado que los niños que en clase son más callados son los que más hablan en el Escolta’m.

Las sesiones, de media hora semanal, se hacen en un espacio acogedor para que los niños estén cómodos

La directora detalla que llevan a cabo dos sesiones a la semana de media hora cada una. Participan los alumnos desde P-4 a sexto de Primaria en grupos de tres o cuatro que forman aleatoriamente, de manera que así fomentan la convivencia entre niños que en clase no se relacionan por cualquier motivo. La directora destaca que gracias a esta actividad se conocen mejor, juegan después en el patio y se forman vínculos de amistad entre ellos que de otra manera no existirían. Además, remarca que sirve también para inculcar hábitos como el respeto al turno de palabra, “que muchas veces en clase no se consigue pero aquí, en grupos pequeños, sí”.

“Realmente funciona y a ellos les encanta porque se sienten escuchados, y saben que los que dicen en el Escolta’m, se queda en el Escolta’m, como pasa en Las Vegas”, apunta. El director del colegio Pràctiques I, Emili Llauradó, otro de los centros que aplica el programa en sesiones de 30 minutos semanales, también resalta los beneficios del programa. “Son muy satisfactorios respecto a lo poco que cuesta de aplicar”. Explica que iniciaron el proyecto hace cinco años en Primaria y tres en Infantil, y que adecuaron dos espacios “acogedores”, uno para cada etapa educativa. “Son tutorías personalizadas que crean vínculos entre el tutor y los alumnos, les ayuda a coger confianza. También mejoran la comunicación y se pueden llegar a descubrir algunos conflictos en el aula, detectar si un alumno no está bien con otros estudiantes o consigo mismo”, señala. Apostilla que los grupos de tres alumnos son aleatorios, aunque en alguna ocasión reúnen a algunos que han tenido algún conflicto o que por cualquier circunstancia les interesa que estén en el mismo.

Asimismo, en la escuela Pràctiques I extienden el proyecto a las familias, aunque con otro formato. “Programamos charlas-coloquio con personas de fuera del centro para que participen de la vida de la escuela y expresen lo que piensan. Además, facilitamos que conozcan qué hacen sus hijos en el Escolta’m”, subraya el director.

Estudiantes del colegio Balàfia tumbados en el suelo en el espacio habilitado en el centro para el programa Escolta’m.

Estudiantes del colegio Balàfia tumbados en el suelo en el espacio habilitado en el centro para el programa Escolta’m.AMADO FORROLLA

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