Los acusados de asaltar traficantes en Lleida dicen ser las víctimas
Los Mossos d'Esquadra aseguran que "planificaban" los robos para llevarse droga y armas
Los acusados de asaltar traficantes en varios municipios de la demarcación de Lleida, como Tornabous (Urgell) o Alcarràs (Segrià), durante 2017, "planifican los robos para quedarse con marihuana y armas" y "saben que no los denunciarán", ha asegurado el jefe de la investigación de los Mossos d'Esquadra en Lleida. Lo ha dicho en el juicio que ha empezado este miércoles en la Audiencia de Lleida y que está previsto que se alargue hasta el viernes. En el banquillo de los acusados se han sentado nueve de los diez acusados, ya que uno está desaparecido. Los encausados han negado los hechos y algunos de ellos han asegurado ser las víctimas. La fiscalía les pide entre 3 y 35 años y medio de prisión.
Según el jefe de la investigación de los Mossos en Lleida, la manera de actuar de lo que considera un grupo criminal es contactar con un traficante para "teóricamente" comprar droga, cuando realmente están "planificando" un asalto. Concreta que los acusados actuaban llevando armas de fuego con la intención "clara" de robar la sustancia estupefaciente y también armas.
El considerado líder del grupo, vecino de Aitona, ha reconocido haber ido a Tornabous, en enero de 2017, a comprar marihuana a casa de tres hermanos. Ha explicado que llevaba 9.000 euros para comprar seis kilos pero ha asegurado que se quedó "sin dinero y sin droga". Con respecto al disparo superficial que recibió uno de los hermanos en la cabeza, el acusado ha dicho que la pistola era de los hermanos, que fue la víctima quien la sacó y que durante el forcejeo se disparó.
En otro episodio en marzo, también en Tornabous, en el que se acusa otro de los acusados de disparar a los Mossos que lo perseguían, el encausado, vecino de Reus, lo ha negado. Ha declarado que fue hasta un bar de este municipio del Urgell porque, como era consumidor de marihuana, le habían pedido que lo fuera a probar. Que una vez allí, ha añadido, otro de los acusados le dio un arma "por si pasaba alguna cosa" y que al cabo de un rato huyeron porque aparecieron dos hombres que les apuntaron con pistolas.
Ha asegurado que durante la huida, cayó, la pistola cayó y se disparó contra los Mossos que entonces los perseguían. Ha añadido que pensaba que eran los hombres que lo habían apuntado antes y que cuando le gritaron que eran Mossos, se detuvo y se tiró al suelo. Los Mossos, sin embargo, han declarado todo lo contrario. Aseguran que el acusado sabía que eran policías, que iban con las sirenas y que el acusado se giró y les disparó.
El resto de acusados han negado tener ningún tipo de relación con los hechos delictivos. La única mujer acusada, sin embargo, ha señalado a dos de ellos en relación a uno de los episodios. Ha explicado que uno de ellos le pidió que fuera a casa del otro, en la calle del Nord de Lleida, a buscar una maleta y que la llevara hasta la estación de autobuses. La chica ha asegurado que no sabía qué contenía la maleta y que accedió porque uno de ellos la había ayudado hacía unos años ya que se conocían de jóvenes y que se sintió "coaccionada".
Los Mossos interceptaron a la chica antes de que llegue a la estación de autobuses y cuando consiguen abrir la maleta, protegida con un candado, encontraron 5,2 kilos de marihuana. Según su investigación, el objetivo era trasladar la droga hasta Barcelona, después en Lyon y finalmente en Suiza, donde el precio de la droga es más elevado, aprovechando que, según sospechaban, uno de los acusados tenía contactos en aquel país.
La fiscalía pide entre 3 y 35 años y medio de prisión para los diez acusados de robar a traficantes de cannabis ya que en algunos casos, los acusados amenazaban con armas de fuego e incluso dispararon a sus víctimas. La mayoría de acusados son vecinos de Lleida, aunque hay uno de Aitona (Segrià), otro de Reus y uno de Mataró. Cuatro están en prisión provisional por estos hechos y seis en libertad provisional.