BARRIOS CONVIVENCIA
Denuncian a la Síndica tiroteos con balines y otras amenazas a vecinos del Barri Antic de Lleida
La entidad Som Veïns le entrega un escrito con seis quejas sobre la mala convivencia, tráfico y consumo de drogas e incivismo || La asociación de Jaume I lamenta que “la Paeria no aumente la vigilancia”
La entidad del Barri Antic Som Veïns presentó ayer un escrito con seis quejas a la Síndica de Greuges de la Paeria y en una de ellas denuncia que vecinos de la calles Gairoles y Sant Andreu “han sido tiroteados con balines o perdigones en la fachada de sus viviendas por parte de una unidad familiar que vive en un piso de la Agència de l’Habitatge de Catalunya, y que está tutelada por los servicios sociales de la Paeria”. Añade que “son constantes las coacciones y amenazas de muerte”, además de que “han atacado y herido a personas rompiéndoles huesos” y que “algunos exhiben armas como amenaza”. La entidad decidió recurrir a la Síndica después de que el pasado octubre entregara las denuncias a la Paeria y no haya recibido hasta el momento ninguna respuesta.
Entre las quejas, pide “reubicar la sala de reducción de daños (donde se trata a drogodependientes) de la Fundació Arrels Sant Ignasi en una zona de servicios sanitarios, dado que el espacio actual facilita la venta y el consumo de estupefacientes”. Asegura que es habitual el tráfico en “las plazas del Dipòsit y Gramàtics y en las calles de Murcia, Boters y Tallada, entre otras” y que “cuando los traficante son observados por vecinos les coaccionan enseñando armas de fuego y blancas”.
También denuncia “el mercado ilegal de la plaza del Dipòsit, donde se genera inseguridad, insalubridad y peligro”. Además, señala que “se usan varias zonas como vertederos permanentes”.
Por otro lado, dice que “se han creado campamentos en portales, calles y plazas, donde personas duermen y hacen sus necesidades, como en la plaza Ereta o en la calle Cavallers”. Por último, insta a “clausurar la Fundación Jericó, ya que no cumple las condiciones adecuadas y se generan conflictos”. Ante todo lo expuesto, Som Veïns exige puntos de vigilancia de la Guardia Urbana y luchar contra el tráfico de drogas.
Por su parte, miembros de la asociación Jaume I explicaron que “el consumo de drogas es diario en la calle del Orfeó Lleidatà”, denunciaron “la prostitución en los bloques del Pla y el mercado ilegal del Dipòsit”, donde piden vigilancia permanente. El lunes, responsables de la asociación se reunieron con el alcalde, Miquel Pueyo, “pero nos dijo que no hay presupuesto para incrementar la seguridad en el barrio”.