SEGURIDAD EMERGENCIAS
La ubicación del 112 de Mossos en Reus libera a 50 agentes en Lleida
Se incorporarán a diferentes destinos, muchos de ellos en patrullas de seguridad ciudadana || Sindicatos policiales denuncian la “pérdida de proximidad”
La sala de mando de los Mossos d’Esquadra de Ponent y Pirineo, situada en la comisaría de Lleida ciudad, ya no está operativa para la gestión de las patrullas en la provincia después de que ayer se hiciera el traspaso a la sala del 112 de Reus, que a partir de ahora atenderá los avisos a la Policía catalana desde la provincia de Lleida. Hace meses que se había anunciado que se unificarían las salas regionales de Mossos, siete hasta ahora, en tres situadas en las sedes de Reus, Barcelona y en el complejo Egara, en Sabadell. Fuentes policiales señalaron a este diario que el traslado de la sala de mando a Reus liberará a una cincuentena de agentes en Lleida, que irán destinados a otros servicios, la mayoría de seguridad ciudadana, aunque no todos se quedarán en la capital de Ponent, ya que han pedido destino a comisarías de otras comarcas leridanas. Las mismas fuentes señalaron que la sala de la comisaría de Lleida estará unos días “de transición” por si se produce algún fallo técnico.
Al respecto, el director general de la Policía, Pere Ferrer, señaló ayer desde la sala de Reus que esta integración supone “un paso adelante tecnológico para mejorar el servicio y la eficiencia de nuestras funciones con el objetivo de dar un mejor servicio a la ciudadanía”. Asimismo, afirmó que este traslado permitirá destinar a otros servicios unos 200 efectivos policiales en toda Catalunya. Desde Reus se atenderán los avisos de seguridad ciudadana y de tráfico. La previsión es que esta sala atienda aproximadamente 255.000 incidentes por año.
Pérdida de proximidad
Por su parte, los sindicatos policiales critican que con este traslado se pierde la “proximidad” que caracteriza a los Mossos d’Esquadra y el servicio al ciudadano se verá afectado. Al respecto, el portavoz de Fepol, Toni Castejón, señaló que esta medida se debe a la “falta de recursos y efectivos” por parte de la Policía catalana y avisó que estarán “vigilantes” de que los efectivos que atienden a partir de ahora los avisos no tengan sobrecarga de trabajo. Asimismo, denunció una “fuga” de agentes a otros cuerpos policiales por motivos salariales, de jubilación anticipada y para buscar un destino más cerca de sus lugares de origen.