Durmiendo en el coche tras ser desalojado de la calle Major de Lleida

“Llevo más de tres semanas durmiendo en un coche, separado de mi pareja, he sufrido varios episodios de ansiedad al no poder permitirme un piso de alquiler y, si no me ayudan, esto acabará muy mal”. Este es el duro testimonio de Albert Torruella, uno de los vecinos que fueron desalojados en diciembre del número 33 de la calle Major por la Paeria después de que detectara grietas en la estructura.

Hace 25 días tuvieron que abandonar el hotel que el consistorio les pagaba y se trasladó al albergue Jericó, pero solo pudo estar unos días ya que no aceptaban a su perra. Mientras tanto, su pareja, con una grave enfermedad, fue trasladada a un piso que compartía con mujeres que habían sufrido maltratos, “pero tuvo que marcharse de allí porque no estaba a gusto ni en condiciones para tratar su dolencia”, señala Torruella. Ahora él vive en su coche y ella está en una habitación alquilada “de la que le pueden echar en cualquier momento, porque ha pagado pero no ha firmado ni contrato”. En este sentido, Torruella lamenta que “la Paeria se haya gastado seis mil euros en un hotel cuando podría habernos cedido un piso de emergencia o ayudarnos con el alquiler de una vivienda a la espera de que hagan las reparaciones en el edificio en el que estábamos”. A raíz de esta situación Torruella, prejubilado y con una discapacidad del 65%, ha sufrido varios episodios de ansiedad ante la “impotencia de verme así, me he planteado opciones más duras y acabar con todo”.