El TSJC 'vuelve' a juzgar al condenado por el asesinato de la calle Acadèmia

Jordi Lanuza, condenado a 20 años cárcel por el asesinato de una funcionaria de Educación en su piso de la calle Acadèmia en febrero de 2017, se volverá a sentar en el banquillo de los acusados. Será el próximo lunes en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) con motivo de la vista por el recurso que interpuso su letrado, Roberto Salom, contra la sentencia de la Audiencia de Lleida, que le condenó a 20 años de prisión después de que un jurado popular determinara que era el autor del asesinato.

La defensa de Jordi Lanuza considera, entre otros motivos, que se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia y se le condenó pese a la supuesta falta de pruebas. También afirma que se cometieron varias infracciones procesales durante el juicio, que tuvo lugar el pasado mes de octubre en la Audiencia de Lleida. Cabe recordar que el condenado, que está en prisión desde que fuera detenido en junio de 2017, siempre mantuvo que era inocente y no acabó con la vida de Amparo Soler Betés, de 61 años.

El instalador de fibra está en prisión desde que fuera detenido en junio de 2017 por los Mossos d’Esquadra

El jurado popular, sin embargo, consideró, tras una semana de juicio, por unanimidad que el instalador de fibra óptica era culpable “de matar a la víctima cuando esta no podía defenderse”. Basó su veredicto en las imágenes de las cámaras de seguridad que grabaron al acusado entrando y saliendo del edificio, donde permaneció durante 34 minutos, en la franja horaria en la que los forenses establecieron la hora del crimen. Otro elemento clave fue que la víctima tenía sangre con el perfil genético (ADN) del agresor en el bolsillo posterior de los pantalones que llevaba cuando la encontraron muerta en casa. El jurado también tuvo en cuenta la declaración de un vecino que se cruzó con Lanuza en la escalera y que oyó cómo se cerraba la puerta del piso de la víctima, por lo que la mujer esperaba al asesino. Asimismo, el jurado señaló las diversas contradicciones de Lanuza durante el juicio, ya que señaló que al no abrirle la víctima la puerta se quedó en el rellano, mientras que en la declaración ante los Mossos dijo que se había ido. Tras el veredicto, la Audiencia le condenó a 20 años de prisión y otros cinco de libertad vigilada por un delito de asesinato y a indemnizar a los familiares de la víctima con 80.000 euros.