ESNOTICIA
Funerales en familia por el virus
El coronavirus está alterando todos los aspectos de nuestra vida hasta tal punto que afecta también a la muerte. Y es que las familias que pierden estos días a un ser querido optan mayoritariamente por un entierro sin ceremonia, que aplazan para más adelante cuando se levante el estado de alarma, o bien se deciden por una corta oración solo con el núcleo familiar presente y sin contacto físico, como marca el protocolo para evitar contagios de Covid-19. De hecho, algunas poblaciones como Les Borges Blanques publican las necrológicas en su ebando comunicando el nombre del finado y la hora del entierro, pero añaden explícitamente que “debido a las circunstancias actuales se pide no ir ni al tanatorio ni a la iglesia”
El Obispado de Lleida recuerda que desde el pasado sábado no están permitidas las celebraciones litúrgicas en las parroquias, de modo que no hay funerales religiosos. En el caso de que la familia de un difunto quiera un responso (dura unos 15 minutos), el tanatorio se pone el contacto con el sacerdote, y se oficia en su sala ecuménica con un número muy limitado de personas, generalmente la familia más cercana. Por ejemplo, el pasado domingo hubo uno con solo seis personas, indica un portavoz del Obispado. En este sentido, el gerente de la funeraria La Lleidatana, Vicens Vicente, remarca que son muy estrictos con las medidas de seguridad y los asistentes deben dejar tres asientos vacíos entre ellos. Destaca que muchas familias están posponiendo las ceremonias y subraya que algunas ni siquiera quieren velatorio. En el caso de hacerlo, se instalan con tres salas de separación y generalmente acuden muy pocas personas, la familia estricta. De hecho, el protocolo sanitario indica que las personas no se pueden tocar, ni siquiera para dar el pésame. Al respecto, la Asociación de Empresas de Servicios Funerarios de Catalunya determina que los velatorios y ceremonias en las instalaciones funerarias deben tener el aforo restringido a un tercio de su capacidad y aconseja evitar el contacto físico por riesgo de contagio.
Por su parte, el Obispado de Urgell afirma que no se hacen misas en los funerales, sino una breve oración con el mínimo de personas posibles, y el de Solsona también remarca que se intenta que los funerales se celebren con pocos asistentes.
En cuando a los fallecidos por coronavirus, se deben incinerar o inhumar sin velatorio previo, apunta el gerente del tanatorio de Lleida.