TRÁFICO ESTADO DE ALARMA
Una operación salida insólita
Controles para evitar desplazamientos en el inicio de unas vacaciones de Semana Santa anómalas || Se quiere frenar el acceso a segundas residencias
La operación salida por las vacaciones de Semana Santa de ayer fue la más atípica e insólita que se recuerda. Los controles de los Mossos en las carreteras no fueron para detectar excesos de velocidad, alcoholemias o distracciones al volante, sino para evitar los desplazamientos a segundas residencias o a la playa. Es el caso de la Costa Daurada, donde muchos ayuntamientos como el de Calafell han hecho un llamamiento para evitar la llegada de turistas y visitantes. Hay municipios que han puesto vallas en caminos y vías secundarias para evitar la picaresca.
Uno de los controles de ayer, como ya se hicieran los anteriores fines de semana, tuvo lugar en la carretera N-240 a su paso por Juneda. Los policías dieron el alto a todos los turismos y furgonetas, cuyos conductores debían justificar su viaje. La gran mayoría mostró el certificado correspondiente que autorizaba el desplazamiento. Sin embargo, también se levantaron actas porque los ocupantes no pudieron acreditar su destino o porque viajaba más de una persona en el vehículo. En algunos casos, incluso llegaron a registrar el maletero.
El director de Trànsit, Juli Gendrau, recordó que “no podemos bajar la guardia, hemos de evitar contagios”
El director del Servei Català de Trànsit, Juli Gendrau, avisó de la imposibilidad y prohibición de ir a segundas residencias y recordó que “todo el mundo debe cumplir con el confinamiento para conseguir detener el contagio”. El director destacó que desde el inicio de las medidas de confinamiento, el tráfico en el área metropolitana de Barcelona se ha reducido de media un 75%. La policía ha previsto un total de 200 controles en los que participarán unos 1.000 agentes, no solo de tráfico sino de otras unidades como seguridad ciudadana. El viernes de la semana pasada detuvieron a 0un conductor en Puigverd de Lleida después de que se saltara un control en la LL-11 en Els Alamús. “No hay que bajar la guardia, porque si se rompe el confinamiento el esfuerzo que hemos hecho estas tres semanas no habrá servido para nada. Hay que quedarse en casa por responsabilidad”, insistió Gendrau. Los infractores se enfrentan a multas que van de los 600 a los 30.000 euros.
Multados por ir en un bus urbano sin justificación La Guardia Urbana denunció el jueves a un total de 44 personas por saltarse el confinamiento en la capital del Segrià. De entre los denunciados, cabe destacar a tres personas, dos hombres y una mujer, que fueron sancionados por viajar en bus urbano sin motivo justificado. Se trata de las primeras tres denuncias de estas características que trascienden en la ciudad de Lleida. La Urbana también denunció a hasta seis personas que estaban consumiendo o que tenían sustancias estupefacientes en plena calle, droga que les fue decomisada y por la que también fueron multados. Uno de ellos es un conductor que fue sorprendido con una bolsa que contenía 95 gramos de marihuana.