Una decena de detenidos y 2.000 multas en Lleida por saltarse el confinamiento

Una de las principales medidas de la entrada en vigor del estado de alarma, el domingo 15 de marzo, para intentar reducir los contagios por coronavirus fue la limitación de la libre circulación de personas. A partir de entonces los ciudadanos “únicamente pueden circular por las vías de uso público” para adquirir productos de primera necesidad como alimentos y medicamentos; acudir a los centros sanitarios y centros de trabajo (con el correspondiente justificante); retornar a su lugar de residencia habitual; y para brindar cuidados y asistencia a mayores, menores de edad o personas especialmente vulnerables.

Para velar que se cumplan estas restricciones, los cuerpos policiales tienen la potestad de advertir, levantar actas sancionadoras y hasta detener a aquellos ciudadanos que las infrinjan. En estas tres semanas, los Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana y el resto de policías locales han denunciado a alrededor de 2.000 personas y han detenido a una decena de individuos en las comarcas de Lleida. Es decir, alrededor de 100 personas son multadas a diario por saltarse el confinamiento. No se ha creado un nuevo régimen sancionador sino que se ha aplica la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como la ley Mordaza con sanciones que van de los 100 hasta los 600.000 euros.

En cuanto a los arrestados, se trata en su mayoría de personas que han sido denunciados en varias ocasiones y hacen caso omiso a la prohibición. Se les detiene por un delito de desobediencia. También hay quienes se muestran muy alteradas y que agreden a los agentes. En este caso, se les imputa un delito de atentado a la autoridad. Además de la vigilancia en las calles, se han incrementado los controles en las carreteras. En Lleida, hasta la fecha solo ha sido detenido un conductor que el pasado 27 de marzo se saltó un control en la LL-11 en Els Alamús y fue detenido en Puigverd de Lleida.

Picaresca y excusas para evitar ser sancionados Paseos con la mascota a una gran distancia del domicilio o llevar una bolsa de la compra con artículos que no se han adquirido en ninguna tienda son ejemplos de las argucias y la picaresca de algunos ciudadanos para saltarse el confinamiento y evitar ser multados. Otros optan por inventarse excusas, con casos que rozan lo absurdo. Uno es el del conductor que fue denunciado por la Policía Local de Palafrugell (Girona) tras haber conducido hasta Lleida para ir a recoger un teclado que se había comprado por internet. Los agentes le pararon cuando ya regresaba, por lo que recorrió 400 kilómetros. En Ponent también ha habido denuncias por celebrar fiestas en viviendas.