Enfermeras de Lleida alertan del aumento del maltrato en el hogar

El confinamiento puede llegar a provocar problemas de convivencia y, en los casos más graves, incluso desembocar en situaciones de violencia. El Col·legi d’Infermeres de Lleida alertó ayer del aumento de los malos tratos en el ámbito del hogar, pues “el aislamiento es el peor enemigo en los grupos de riesgo”. Y es que, según explican en un comunicado, la crisis sanitaria y la situación excepcional derivada del coronavirus hace que “los centros sanitarios y la Atención Primaria enfermera, claves para detectar los casos de violencia machista, estén mas lejos que nunca de las personas que sufren este tipo de situaciones en su entorno más próximo”. También en el caso de las drogadicciones y los problemas de salud mental, la interrupción de los terapias grupales dificulta su tratamiento. A pesar de que “los profesionales multidisciplinares se afanan por mantener un seguimiento telefónico y presencial en los casos más graves”, el Col·legi d’Infermeres hace un llamamiento a la ciudadanía para que estén alerta de cualquier indicio en su entorno más próximo. Y es que “una llamada para saber si alguien se encuentra bien es muy importante y, en casos de violencia machista, puede disuadir o reducir el nivel de agresión si el maltratador tiene miedo de que lo descubran”. La Comisión Nacional para una Intervención Coordinada contra la Violencia Machista, a través del Institut Català de les Dones (ICD), ha reforzado la atención telefónica a través del número 900 900 120 y ha habilitado un nuevo canal de comunicación en Whatsapp (671 778 540). Asimismo, varios comercios se han sumado a la iniciativa ‘Establecimientos seguros’, que consiste en colgar un cartel en el escarate para informar a las víctimas de que allí pueden sentirse seguras y contactar con los teléfonos de atención si necesitan ayuda. Cabe destacar que tres mujeres, una de ellas con hijos, se pusieron en contacto con el Institut Català de les Dones y han sido alojadas en pisos asistenciales en Lleida ante el riesgo que corrían al convivir con su agresor desde que se decretaron las restricciones de movilidad, como avanzó SEGRE. Hasta el pasado miércoles, el ICD había atendido seis casos nuevos de mujeres de entre 31 y 40 años que sufren violencia machista, de las que tres han tenido que ser realojadas. Este año, el teléfono del ICD ha atendido más de un centenar de llamadas de leridanas.