Los sanitarios de Lleida con síntomas no volverán a los 7 días

El ministerio de Sanidad ha actualizado el protocolo de actuación frente a la Covid-19 en el caso del personal sanitario y sociosanitario, en el que prevé la reincorporación de estos trabajadores a los siete días de haber comenzado a tener síntomas si ya no hay fiebre y si se ha resuelto la clínica respiratoria y sin que se les haya hecho la prueba del coronavirus. En ese protocolo, se establece que en este tipo de casos, los sanitarios deberán llevar mascarilla quirúrgica hasta completar 14 días desde el inicio de los síntomas y tendrán que evitar el contacto con pacientes inmunodeprimidos. La actualización de este protocolo de Sanidad ha causado el absoluto “rechazo” de los Consejos Generales de Dentistas, Enfermeros, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios, que representan a más de 700.000 sanitarios, que tildan de “alarmante” volver al trabajo tras siete días y sin hacer una prueba diagnóstica.

Sin embargo, responsables de las regiones sanitarias de Lleida y Alt Pirineu i Aran aseguraron ayer que “no está contemplado aplicar este protocolo” y que “seguiremos con la línea de que los sanitarios vuelvan a trabajar cuando el test de PCR de negativo”.

A pesar de ello, desde el comité de empresa del hospital Santa Maria denunciaron que “no te puedes coger la baja si tienes décimas de fiebre, sino en caso de fiebre alta, tos seca y dolor de garganta”. En este sentido, señalaron que “a los sanitarios nos tienen poco considerados, ya que además los que trabajan de día lo hacen una semana seguida y luego tiene otra de descanso y sólo se les llama en caso de urgencia, mientras que los que están en el turno de noche lo hacen durante quince días seguidos y luego te dan un día festivo tuyo”.

Por otra parte, el movimiento Marea Blanca rechazó la previsión de Salud de cerrar algunos CAP de Lleida, en caso de necesitar su personal para hacer frente a las necesidades en la ciudad. Así, la entidad considera que “estas medidas podrían llevarse a cabo manteniendo la apertura de los CAP, ya que sus profesionales controlan a los enfermos por Covid-19 que están en sus domicilios”. También dice que “el cierre provocaría movilidad entre los barrios” y propone reducir el horario de los centros. La Associació d’Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya también se opone al cierre, ya que “los pacientes leves están mejor atendidos en casa o en los CAP que en un hospital de campaña”.