Mascarillas para todos: ¿sí o no?

La mascarilla se ha convertido en uno de los símbolos de la pandemia. Hay de muchos tipos y, por ejemplo, en decenas de localidades hay vecinos que se han ofrecido como voluntarios para hacerlas en sus casas para que los ayuntamientos las puedan repartir entre los vecinos. Sin embargo, aunque se aconseja llevarla para salir a la calle, su uso no es obligatorio y ha generado un gran debate, incluso en el sector sanitario. Sin ir más lejos, el conseller de Interior, Miquel Buch, insistió ayer en la recomendación de que todas las personas usen mascarilla u otro elemento similar para taparse la boca y la nariz al salir a la calle. “La única vacuna existente es nuestra responsabilidad. Quedarnos en casa, mantener la distancia, la higiene, ponernos una barrera de protección”, dijo en la rueda de prensa sobre las precauciones ante el coronavirus mientras no se tenga una vacuna contra la enfermedad. Buch recordó que la Lombardía, en Italia, ha tomado la decisión de obligar a todo el mundo a llevar mascarilla o elementos de protección al salir a la calle para comprar o ir a un hospital, y apuntó otros ejemplos de la misma medida en Estados Unidos, la República Checa, Eslovaquia y algunas áreas de Francia. “Por ahora no podemos descartar ningún escenario ni ninguna obligación que desde la Generalitat podamos decretar o pedir al Gobierno”, sentención el conseller.

En cambio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó ayer su preocupación por que la generalización en el uso de mascarillas, que muchos gobiernos están considerando como medida para combatir el Covid-19, provoque escasez de este material en hospitales y centros médicos, donde este producto es esencial. “Se debe dar prioridad al uso de mascarillas por parte de trabajadores sanitarios, que están en la línea de frente” para combatir la pandemia, subrayó al respecto el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. También añadió que hay escasez global de mascarillas y que “podría empeorar para la gente que más las necesita por su uso masivo por parte de la población general”. Se venden en farmacias -que tienen listas de espera- y en otro tipo de comercios como estancos. Además, también se ha generado un mercado negro y hay personas que las venden por internet. Los cuerpos policiales han decomisado varios lotes que se han destinado a fines sanitarios.