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Farmacias en primera línea

Los farmacéuticos atienden con las máximas medidas de protección y despachan medicamentos incluso con la receta electrónica caducada, que los CAP renuevan por teléfono|| Ofrecen dispensar de manera extraordinaria los fármacos que se recogen en los hospitales para evitar desplazamientos

Víctor Sánchez, recogiendo un pedido en la farmacia Aragonés de la avenida Barcelona.

Víctor Sánchez, recogiendo un pedido en la farmacia Aragonés de la avenida Barcelona.FIRMA

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Siempre son un servicio esencial, pero en tiempos de coronavirus todavía más. Los farmacéuticos están “en primera línea” para seguir proporcionando a la población los medicamentos que necesitan y para ello han tomado las máximas medidas de protección posibles, han activado una red de voluntarios para hacer llegar los fármacos a casa a las personas enfermas o con problemas de movilidad y han adaptado sus sistemas para poder seguir dispensando medicinas aunque la receta electrónica esté caducada. El presidente del colegio de Farmacéuticos, Josep Aiguabella, explica que los CAP renuevan telefónicamente las recetas y las farmacias pueden dispensarlas y añade que han establecido un sistema telemático seguro para las prescripciones de médicos privados. Asimismo, asegura que han ofrecido a los hospitales dispensar de manera extraordinaria los fármacos específicos que los pacientes deben recoger en los centros hospitalarios (para cáncer o sida, por ejemplo), para evitar desplazamientos. “En Barcelona, Tarragona y Girona lo hacen, pero en Lleida estamos pendientes de respuesta. Ahora, los pacientes de fuera tiene tiene que venir a buscarlos a la capiptal, cuando podrían recogerlos en la farmacia que tengan mñas cerca”, destaca.

“Las farmacias estamos haciendo gran un esfuerzo y, además, somos autónomos. No nos pagarán nada a parte”, apunta, y dice que en ocasiones no se han sentido suficientemente reconocidos, como cuando desde el Estado se que dijo el riesgo es intrínseco en su profesión. Asegura que en Lleida no ha tenido que cerrar ninguna oficina por coronavirus. “Tenemos que protegernos, no sabemos si quien viene a la farmacia está enfermo”, subraya, por lo que muchas han instalado pantallas de metacrilato y controlan la entrada de clientes, y trabajan con guantes y mascarilla, aunque reconoce que están escasos de material. Por ello, los cuatro colegios catalanes han efectuado una compra en China para abastecer a los farmacéuticos de mascarillas FPP2 que permitirá entregar un pack por farmacia. E CatSalut les proporcionó tres mascarillas quirúrgicas por farmacia, que protegen menos, y gracias a una donación pudieron dar otra más. Indica que por el momento no tienen mascarillas para la venta, pero ya empiezan a disponer de hidrogel.

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Lleida

Las farmacias aplican desde el inicio de la pandamia medidas extraordinarias para protegerse del contagio del coronavirus y evitar también su expansión. Muchas han instalado pantallas de metacrilato en los mostradores y marcas en el suelo para determinar la distancia de seguridad entre los clientes, mientras que otras solo permiten la entrada de una o dos personas al mismo tiempo. Incluso hay algunas en las que directamente no permiten el acceso de los clientes, que tienen que pedir los medicamentos desde la calle y los farmacéuticos se los dan, sin que pisen la farmacia.

Víctor Sánchez, recogiendo un pedido en la farmacia Aragonés de la avenida Barcelona.

Víctor Sánchez, recogiendo un pedido en la farmacia Aragonés de la avenida Barcelona.FIRMA

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