El ocio nocturno, en la cuerda floja por el coronavirus
El impacto económico que puede provocar la crisis sanitaria del coronavirus en los establecimientos de ocio todavía es difícil de calcular aunque, según Xavier Bosch, uno de los responsables del grupo Bönobo, que engloba discotecas como Biloba, Manolita o La Nuit, “será un golpe duro para el sector del ocio nocturno, que tardará en recuperarse”. En este sentido, Bosch asegura que “fuimos de los primeros establecimientos que bajamos la persiana el pasado 12 de marzo y seremos de los últimos en volver a la normalidad, pues lo más probable es que cuando se acabe el confinamiento se implementen otras medidas de seguridad en los locales. Tras decretarse el estado de alarma, “tuvimos que paralizar toda actividad”, por lo que tramitaron un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) a cerca de 140 trabajadores. En esta misma línea, el responsable de la discoteca Lit Lleida, José Antonio Hidalgo, apunta que, ante una situación excepcional, “seguimos a la expectativa, pero todo apunta que será una caída difícil de superar. Además de las posibles limitaciones de aforo, tampoco sabemos si la habrá un cambio de actitud en los leridanos en cuanto a salir de fiesta”. Ambos piden a las administraciones que “no se olviden del sector del ocio” a la ahora de facilitar ayudas.