MOVILIDAD TRANSPORTE PÚBLICO
Autobuses sin pasajeros
El confinamiento y el cierre generalizado de comercios, empresas y colegios ha comportado que los usuarios del transporte público de la ciudad hayan bajado de forma espectacular. En paralelo, ha habido un importante recorte de servicios a nivel de líneas y frecuencias de paso de los buses. Según informaron fuentes municipales y corroboró el responsable de Autobusos de Lleida, Carles Soldevilla, el descenso ha sido de hasta el 99% algunos días. “Antes del estado de alarma teníamos una afluencia que iba de los 27.000 a 30.000 viajeros diarios, pero ahora rondamos cifras que apenas superan el millar e incluso algunos días solo llegamos a los 600 usuarios”, señaló Soldevilla.
Según la información facilitada por el ayuntamiento, los días 5, 10, 11 y 12 de este mes, que eran festivos, apenas se superaron los 200 viajeros, mientras que en el resto de días de la semana pasada los usuarios no pasaron de los 1.300. No obstante, a raíz de la suavización del confinamiento el pasado lunes, la cifra de viajeros creció hasta los 1.616 el martes y 1.611 el miércoles. Según Soldevilla “mucha gente que ha vuelto al trabajo opta antes por el vehículo privado que el transporte público por precaución”.
El recorte de líneas y frecuencias ha llevado a la empresa a tomar medidas de ajuste. Soldevilla recordó que han aplicado un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) “que comporta que el 50% de la plantilla de conductores trabaja una semana y, la otra mitad, la siguiente, así evitamos que haya posibles contagios y afecte a nuestro servicio”. Una decisión que critican los trabajadores y el comité de empresa, que han presentado una denuncia ante el departamento de Trabajo para que investigue la legalidad del ERTE. Según explicó el presidente del comité de empresa, Paco Morales, este ERTE contó desde el principio con la negativa de los trabajadores, pero la empresa “se negó a negociar”.
Morales aseguró que “se empezó a aplicar el 23 de marzo, pero todavía no tenemos constancia que Trabajo lo haya aprobado, además, consideramos que no está justificado el cese de servicio por fuerza mayor, ya que se trata más de una reducción de servicios”. Entre las principales exigencias del comité figuran “que nos compensen todos los días que no podemos trabajar y estamos en el paro, pedimos que nos los paguen por igual”. Morales justificó esta postura porque “cuando se vuelva a la normalidad, el transporte público deberá estar a pleno funcionamiento y garantizar todos sus servicios”. Asimismo, pidió que instalen mamparas para garantizar que los conductores mantengan una distancia de seguridad con los viajeros.