Denuncian incivismo al tirar trastos en la calle mientras no hay recogida

Trastos abandonados en poblaciones cuyas deixalleries están clausuradas de forma temporal; muebles viejos y grandes electrodomésticos tirados en las calles cuando no hay recogida de residuos voluminosos; y contenedores rodeados de desechos que no deben tirarse en ellos, y menos cuando las rutas de recogida son menos frecuentes de lo habitual. Varios ayuntamientos han constatado estos actos incívicos, que atribuyen en parte a que muchos aprovechan el confinamiento para limpiar a fondo sus casas. Sin embargo, recuerdan que la recogida está restringida como medida para evitar contagios de la Covid-19, y que la de materiales de gran tamaño está paralizada.

Este es el caso de Térmens, que emitió un bando el pasado domingo que recuerda que las deixalleries están cerradas. “Sabemos que estamos de confinamiento y a todos les da por hacer limpieza en casa”, rezaba el bando, que insta a que “cada uno guarde sus residuos voluminosos hasta que acabe esta situación”. El consistorio lo hizo tras hallar muebles tirados en la calle. A la espera de poder normalizar la recogida, el consell de la Noguera, que gestiona este servicio en la comarca, dedica esfuerzos a acciones de prevención como reforzar la limpieza y la desinfección de contenedores.

Avala reabrir ‘deixalleries’ allí donde puedan tomarse precauciones contra la propagación del virus

En la misma línea se ha pronunciado la Mancomunitat d’Escombraries de l’Urgellet, que se encarga de la gestión de los residuos de los municipios al norte del Alt Urgell. También en ellos han constatdo el abandono de objetos voluminosos y otros residuos junto a los contenedores de basura en pleno confinamiento. El presidente de este organismo, Ricard Mateu, lamentó que esto “es un problema en momentos complicados, ya que no estamos en disposición de hacer este tipo de recogida no esencial”.

La plantilla de la Mancomunitat del Urgellet trabaja en tres turnos como medida de prevención ante la Covid-19 y ha parado la recogida de desechos voluminosos. Ha recibido aviso de actos incívicos en los municipios de Ribera d’Urgellet y de Alàs i Cerc. En este último, vecinos denunciaron la situación en las redes sociales. “La gente aprovecha el confinamiento para hacer limpieza y abandonar residuos”, dijo Mateu.

Precisamente para evitar este tipo de situaciones, el ayuntamiento de Coll de Nargó ha vuelto a abrir la deixalleria municipal. Los vecinos pueden volver a utilizarla cumpliendo las normas sanitarias para evitar el contagio por el coronavirus. Deben utilizar guantes y mascarilla y no se permite que dos o más personas la usen de forma simultánea. Si dos coinciden en ella, una deberá permanecer fuera del recinto hasta que acabe la que está dentro.

La Agència de Residus de Catalunya (ARC) avala que los consistorios reabran estas instalaciones, siempre que sea posible hacerlo con las medidas de seguridad necesarias para evitar contagios.