Lleida, ciudad asilvestrada

Parques con la hierba más que alta, bancos engullidos por los matorrales e incluso malas hierbas que crecen entre el pavimento y la acera o en la tierra junto a los árboles. Este es el aspecto asilvestrado que muestra la ciudad de Lleida estos días de confinamiento por la pandemia de coronavirus, después de un mes sin desbrozamiento de las zonas verdes, que se ha traducido en un crecimiento sin control de la vegetación urbana. Y es que el pasado 15 de marzo, cuando se inició el estado de alarma, la Paeria paralizó las labores de desbrozado de hierbas de aceras y calzadas para garantizar la protección y seguridad sanitaria de los trabajadores del servicio.

El ayuntamiento afirmó ayer que este operativo ya se volvió a poner en marcha el día 13 de este mes, cuando las empresas no esenciales pudieron retomar su actividad, aunque el crecimiento de vegetación es tal que la imagen general de la capital sigue siendo silvestre.

El servicio consta de dos equipos diarios y se centra en retirar hierbas de aceras y calzadas. En las próximas tres semanas los operarios de la mañana trabajarán en la corona comprendida entre el río Segre, Passeig de Ronda, Príncep de Viana y Centro Histórico. Los de la tarde, por su parte, estarán cinco semanas en Pardinyes, Balàfia, Ciutat Jardí, Vila Montcada, Mariola, Camp d’Esports, Cappont, La Bordeta, Secà de Sant Pere y Magraners. Además, ya se ha actuado en el Turó de la Seu Vella, Joc de la Bola y Pius XII, Onze de Setembre, Rovira Roure, un tramo de Ronda, el entorno de Ferran el Catòlic, la avenida del Segre y Corregidor Escofet, entre otras zonas.