ESNOTICIA
Comercio y turismo planifican las medidas para el desconfinamiento
La federación de Hostelería recomienda evitar todavía inversiones en cambios en los locales|| Las tiendas recurren a las redes sociales y a entregas a domicilio
El sector de la hostelería y el del comercio ya están comenzando a estudiar las medidas que deberán adoptar cuando puedan reabrir sus establecimientos. De momento no hay ninguna fecha para ello y, mientras, algunos ya han retomado la actividad mediante los encargos a domicilio.
Es el caso de varios comerciantes de la Zona Alta, señala la dinamizadora de la zona, Marta Sans. “A partir de la segunda semana de confinamiento muchos comercios de la asociación empezaron a mejorar su presencia en las redes sociales y esta semana ya ofrecen entregas de ropa a domicilio o las reservan para que los clientes las recojan cuando reabran”, explica Sans, que recalca que “tomaremos todas las medidas necesarias para que el cliente se sienta seguro”.
El gremio hostelero quiere evitar que se invierta para nada como ocurrió con las zonas para fumadores
En este sentido, grandes marcas catalanas como Mango o Desigual han empezado a reabrir sus franquicias en varios países europeos limitando el aforo en las tiendas, que haya una sola persona en los probadores y dotando de equipos de desinfección a personal y clientela. Asimismo, hacen limpieza y desinfección de todas sus tiendas y prendas de ropa de forma diaria y han limitado su horario de apertura comercial.
En el sector hotelero y de restauración hay más incertidumbre y, a falta de un documento oficial sobre las medidas en los establecimientos, la Federación de Hostelería de Lleida ha recomendado a sus asociados que no gasten un euro en habilitar espacios. “Todo está sobre la mesa, pero lo importante es lo que dirá el ministerio de Sanidad” en una reunión con el sector, todavía sin fecha, remarcó el gerente de la federación, Ramon Solsona. Un documento editado en los primeros días del estado de alarma contemplaba varias posibilidades para reducir riesgos de cara al desconfinamiento, entre otros: tomar la temperatura a los clientes, reajustar los aforos e instalar elementos protectores como mamparas, desinfectar los espacios con frecuencia o evitar el uso de dinero en efectivo.
Actividad desigual en los establecimientos esenciales Los negocios que no se han visto obligados a cerrar durante el estado de alarma al ser considerados servicios esenciales han vivido el confinamiento de forma muy distinta. Por un lado, algunos no han parado de tener trabajo, mientras que en otros la facturación y clientela han bajado sustancialmente. Este último es el caso de Esther Orgaz y su tintorería Ikenet en Baró de Maials. “Reabrimos hace una semana tras estar alrededor de un mes y medio parados pese a no estar obligados a ello, pero como la mayoría de nuestra clientela era del sector de la hostelería el trabajo bajó mucho”, admite Orgaz. Añade que los pocos encargos que atiende “son de vecinos que traen a limpiar sus edredones, nada de ropa”.