COMERCIO CONSUMO
El mercado del Barris Nord revive
El mercadillo del Barris Nord revivió ayer solo con paradas de fruta, verdura y viveros, casi un mes y medio después de ser suprimido por el estado de alarma por el coronavirus. El último que se celebró fue el 21 de marzo (ya no hubo paradas de ropa y complementos, suprimidas días antes) y dos días después la Paeria decretó su anulación, igual que el del Camp d'Esports y el Mercat de l'Hort . Precisamente, ayer algunos vendedores de este último también se instalaron en Barris Nord. El ayuntamiento señalizó el espacio de cada puesto para garantizar una separación de seguridad. Los clientes formaron una única cola por parada y no podían tocar los productos. “En general están cumpliendo, aunque hemos tenido que avisar a algún despistado”, indicó una paradista, que mostró su satisfacción por poder volver al mercado. No obstante, apuntó que preferirían estar bajo la marquesina, como antes de la pandemia, “por el calor”. Otro vendedor consideró que el mercado se podría haber mantenido y otro destacó no haber tenido “ningún problema” con las normas de seguridad. Los paradistas tienen que suministrar los alimentos con guantes o usar gel hidroalcohólico. Muchos vendedores y clientes llevaban mascarilla, aunque algunos consumidores, señalaron que no todos cumplían las medidas. La concejala de Comercio, Marta Gispert, visitó el mercado y voluntarios de Protección Civil y técnicos de la concejalía controlaron el acceso a la zona, restringido a dos puntos. El perímetro estaba vallado y precintado, igual que cada parada.
La asociación Futur y la de Marxants de les Terres de Lleida propuso ayer a la Paeria poder instalar también, a partir del día 11, unas 20 o 25 paradas de ropa, calzado, bisutería y equipamiento para el hogar, y unas cuantas de fruta y verduras, en varios mercadillos semanales de forma rotatoria (por sorteo) en las inmediaciones de los mercados muncipales de Ronda-Fleming, Cappont y Balàfia, el de antigüedades de Rambla Ferran y el de l'Hort. Aseguraron que entre 180 y 200 familias viven de vender en los mercados ambulantes.
Por otra parte, ayer también se registraron largas colas ante los supermercados de la capital, así como en el interior para acceder a las cajas.