Tribunales sin teletrabajo por las deficiencias tecnológicas

La actividad judicial lleva en cuarentena prácticamente desde el inicio de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus. Se han mantenido los servicios esenciales para las causas urgentes pero la falta de medios tecnológicos ha imposibilitado el teletrabajo en la administración de Justicia, lo que, sumado al alud de causas que se prevé con la desescalada, plantea serias dudas sobre si será posible adoptar las medidas que propone el Gobierno para aliviar el colapso.

La celebración de juicios telemáticos ha sido la medida estrella del plan de choque para recuperar la normalidad en la Justicia. Un anuncio que, a día de hoy, no ha ido acompañado de una mayor dotación presupuestaria, por lo que algunos sectores dudan de su efectividad. Al respecto, el decano del Col·legi de l’Advocacia de Lleida, Jordi Albareda, señala que los juzgados cuentan con los medios pero no con los recursos de personal y de tecnología necesarios para asumir un volumen muy elevado de procedimientos. No se conoce el sistema para celebrar estos juicios a distancia. “Esta carencia de medios dificulta que las medidas tengan utilidad, por lo que es imprescindible incrementar el presupuesto”, señala Albareda. ¿A quién le correspondería este desembolso extra? En el caso de la justicia catalana, tendría que venir a la Generalitat, que ya ha hecho un esfuerzo para posibilitar las comparecencias telemáticas en los casos urgentes durante el confinamiento, ya sea desde los juzgados o desde las comisarías.

Piden más recursos humanos y técnicos para poder resolver el alud de asuntos por la Covid

Una medida que causa rechazo en sectores de la Justicia es habilitar prácticamente todo el mes de agosto, del 11 al 31. Para los abogados, esta medida no es útil si las vacaciones pueden hacerse durante todo el verano, por lo que instan a concentrarlas en el mes de agosto para trabajar a pleno rendimiento en julio y septiembre. Será necesario, no cabe duda, poner freno a las aglomeraciones en los juzgados, por lo que el control de contactos será clave. Para ello, se celebrarán juicios por las tardes, con turnos para los funcionarios, y se está estudiando la instalación de mamparas en las salas de vistas, como ya se ha hecho en otros puntos de atención al público.

Sin embargo, lo que más preocupa es cómo se podrá gestionar el elevado volumen de procedimientos que se han paralizado por la Covid y los que ha creado la misma pandemia con la crisis económica. “Sin más medios técnicos y humanos se someterá a jueces, fiscales, abogados y demás personal a una presión que el sistema no podrá asumir”, señala Albareda. Una situación que podría poner al límite a una administración de Justicia que en algunos puntos todavía no se había recuperado de la crisis del 2008.

¿Qué le parecen las medidas aprobadas por el Gobierno para aliviar el colapso judicial?

Es de sentido común celebrar juicios por las tardes y el control de contagios con la restricción de público, pero celebrar juicios telemáticos no será posible ante el gran volumen de casos que se presentarán si no hay un incremento de recursos humanos y técnicos. Sin más medios, la presión en los juzgados será enorme.

¿Se ha podido teletrabajar en los juzgados durante el confinamiento ?

No. El trabajo en las sedes judiciales ha sido el mínimo por esta falta de medios. El sistema no estaba preparado.

¿Qué juzgados soportarán un mayor colapso?

Los de Familia y Social, que ya estaban colapsados, y también el Mercantil. Los de Balaguer y Cervera son los que más delicados y en Lleida podría hacer falta un refuerzo en lo Social.

¿Cómo ha vivido la abogacía la actividad en confinamiento?

Que la administración de Justicia no haya podido teletrabajar ha generado desánimo, unido a que la administración se resiste a tener en cuenta nuestra opinión en la gestión del servicio.

¿Cuándo volverá la normalidad?

No se sabe. Lo que está claro es que se necesitará más tiempo para resolver recursos y señalamientos. No se puede hacer juicios de hoy para mañana.

«Sin más medios, la presión en los juzgados será enorme»