Centros de estética y fisioterapia de Lleida abren con la máxima protección

Son varios los comercios que ya pueden abrir al público con cita previa, pero dependiendo del tipo de negocio, las medidas de protección e higiene deben ser extremas. Es el caso de los centros de estética y fisioterapia, donde el empleado tiene un contacto físico con el cliente.

Mariona Martí es propietaria de un centro de belleza desde hace más de 30 años y, aunque la higiene siempre ha formado parte del negocio, ahora toma mucha más relevancia. “Siempre se desinfecta el material, pero ahora lleva mucho más tiempo, ya que entre cliente y cliente tenemos que limpiarlo todo a la perfección”, explica. Lamenta que “esto provoca que con cada servicio tardemos media hora más de lo normal, por lo que tendremos menos clientela e ingresos”. Martí abrió ayer por primera vez desde el inicio de la pandemia y critica la falta de ayudas al pequeño comercio. Aun así, ha invertido para que sus empleados trabajen con guantes, mascarillas y pantallas para proteger el rostro. “A los clientes les damos batas desechables y material para recubrir los zapatos”, señala.

Desinfección del material e incluso un consentimiento informado para eximirles de responsabilidades

Ariadna Verdeny, del centro VuitOnze Fisioteràpia de Cappont, reabre hoy y explica que los clientes deberán firmar un consentimiento informado, “porque somos un servicio de riesgo”, para eximir de cualquier responsabilidad al fisioterapeuta y acreditar que no tienen síntomas de Covid-19. Añade que los pacientes deberán llevar mascarilla y desinfectarse manos y zapatos al entrar al centro, mientras que los profesionales llevarán encima de su ropa de trabajo una bata impermeable distinta para cada cliente, mascarilla quirúrgica o FPP2, gafas o pantallas faciales, guantes y gorro. Asegura que podrán atender a menos clientes al día al tener que “espaciarlos”, pero prefieren abrir con todas estas medidas “que tener ingresos cero”.