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La delincuencia muta con la Covid

Los criminólogos alertan que los delitos no han bajado por el confinamiento sino que se denuncian menos, sobre todo en violencia machista y estafas || Advierten del cambio en las conductas delictivas, que se adaptan a la crisis usando otros métodos para perjudicar a las víctimas

Una patrulla de los Mossos en los Camps Elisis de Lleida.

Una patrulla de los Mossos en los Camps Elisis de Lleida.ITMAR FABREGAT

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En su último balance sobre la criminalidad ocurrida en España durante el confinamiento, el ministerio del Interior señaló que la delincuencia había descendido cerca de un 74% durante el periodo del 1 al 31 de marzo. Una información que no incluía los datos de Catalunya ni País Vasco, al señalar que las policías autonómicas y locales no habían llegado a tiempo a presentar sus resultados, y que ha cosechado críticas desde el Col·legi de Criminòlegs de Catalunya. En un artículo publicado esta semana, la criminóloga Helena Mulero, especializada en prevención y seguridad y profesora asociada en el Grado de Crimonología de la UAB, alertaba de supuestos errores en el balance de Interior al señalar que no descienden los delitos, sino que lo hacen las denuncias de forma escandalosa con motivo del confinamiento, y que la delincuencia está mutando para adaptarse a las actuales circunstancias creadas por la crisis sanitaria de la Covid-19. Mulero se muestra crítica con la falta de análisis de expertos y lamenta que no se ponga la crimonología en el lugar que le corresponde.

En este sentido, esta criminóloga señala a SEGRE que el informe de Interior no solo no incluye dos comunidades autónomas que representan el 20% de la población, sino que excluye los delitos de violencia machista y familiar, que durante la cuarentena han aumentado, pero no se han denunciado. Es más: Mulero recuerda que según la última Enquesta de la Seguretat Pública de Catalunya, elaborada por la conselleria de Interior, casi el 70% de los delitos no se denuncian, porcentaje que llega al 78,5% en el caso de los delitos contra las personas y al 79%, en estafas y fraudes. “Los delitos no han desaparecido, se han transformado. Es una explicación para el auge de los delitos informáticos, porque durante el confinamiento la población tiene más presencia en la red, y también se usa el gancho de la crisis sanitaria y económica”, señala Mulero. Por ello, la criminóloga discrepa del informe de Interior al señalar que “bajan los delitos que conocemos, pero no los que ocurren realmente”.

En cuanto a la violencia machista y familiar, que todos los cuerpos policiales y organismos admiten que está aumentando pero caen en picado las denuncias, Mulero indica que las llamadas de mujeres en situación de violencia han aumentado. “Es muy valiente por su parte porque están supeditadas por su maltratador aún más durante el confinamiento”, señala. También alerta de la violencia que sufren menores y personas mayores y destaca la colaboración de los vecinos que alertan sobre situaciones de maltrato. “Es una asignatura pendiente acercarnos a esta realidad por la dificultad que tienen estas víctimas para poder denunciar”, advierte. En este sentido, añade que, a pesar de que las policías han redoblado esfuerzos para atender a estos colectivos, la situación de confinamiento dificulta más que se atrevan a denunciar. Una violencia que en el informe de Interior no aparece. “Sería positivo ser constructivos siendo críticos también”, afirma.

Ahora que se inicia el desconfinamiento, hay debate sobre si las denuncias aumentarán y si la delincuencia volverá a la normalidad. “Muchos de los delitos que han aparecido han venido para quedarse, sobre todo los informáticos”, señala Mulero. La criminóloga aboga por apostar por las políticas de prevención. “Con las políticas reactivas puede parecer que los delitos disminuyen, pero un infractor motivado buscará otra forma para cometer el delito”, concluye.

¿Están bajando los delitos a causa del confinamiento?

Por lógica, sí. Los autores de delitos se nutren de la oportunidad y sin las aglomeraciones, bajan los hurtos y robos violentos, pero debemos respetar la gran cifra negra de víctimas que hay y que no denuncian.

¿Hay más víctimas que no denuncian?

Sí, sobre todo en la violencia machista y familiar, y también en las estafas, delitos que van al alza en la actual situación pero de los que no llegan a tener constancia los cuerpos policiales por falta de denuncias.

¿El balance de criminalidad que hace el ministerio de Interior es real?

No tiene en cuenta las denuncias de Catalunya y País Vasco, que representan el 20% de la población, y mete en el mismo saco delitos leves con graves, que no son lo mismo.

¿Ha mutado la delincuencia?

Los delitos han cambiado, buscan su espacio con potenciales víctimas con los delitos informáticos o con los robos en segundas residencias que están deshabitadas ahora. El delincuente adapta su modo de vida, que consiste en delinquir, a las oportunidades que tiene según el contexto.

«La cifra de los delitos que no se denuncian se está disparando»

Una patrulla de los Mossos en los Camps Elisis de Lleida.

Una patrulla de los Mossos en los Camps Elisis de Lleida.ITMAR FABREGAT

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