Arquitectura educativa

Que estar en casa no sea una excusa para dejar de aprender. Este es el objetivo que la escuela Camps Elisis se ha fijado durante el confinamiento provocado por la crisis del coronavirus y que ha obligado a suspender las clases presenciales. Sus profesores están siguiendo adelante con el proyecto de enseñanza que hacen en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Lleida para acercar el mundo de la arquitectura a los más pequeños. Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto Magnet, que consiste en que un centro y una entidad colaboren para elaborar un proyecto educativo conjunto.

“Tenemos a tres arquitectos del colegio que nos asesoran y pese al confinamiento hemos seguido adelante con los proyectos desde casa”, señala el director del colegio, Jordi Porta. De este modo, los alumnos de tercero y cuarto de Primaria están elaborando un diseño del futuro patio de la escuela, mientras que los de primero y segundo hacen maquetas de lo que sería su “casita de la tranquilidad”. Los más mayores están yendo un paso más allá y ejercen de auténticos arquitectos dibujando los planos de sus casas. “Es una manera diferente de seguir con el proyecto y hasta ahora está siendo productiva y amena para todos y lo importante es que los alumnos se entretengan y el confinamiento se haga más llevadero”, asegura Porta. “El confinamiento ha servido para que cada uno pueda ver la arquitectura de su propio domicilio, lo que enriquece el proyecto y le da un toque más personal”, recalca el director.

Por su parte, el responsable de formación del Colegio de Arquitectos, Lluís de la Fuente, señala que la entidad lleva dos años colaborando con el colegio en este proyecto. “El primer año siempre es más difícil, porque conlleva tanto explicar nuestras intenciones como adaptarlas a las necesidades del centro, pero en este segundo curso hasta el confinamiento había mucha confluencia y estamos muy satisfechos por cómo está avanzando”, dice De la Fuente. Reconoce que lo que más les ha sorprendido estas últimas semanas ha sido “cómo alumnos y docentes se han adaptado a las circunstancias y a los conocimiento que les queríamos transmitir”. El hacer las clases y trabajos desde casa también ha servido “para acercar la arquitectura a su día a día y que sus proyectos sean mucho más personales y que, a su vez, vean su domicilio desde el punto de vista de un arquitecto”.

Además de las clases a distancia, el colegio va publicando en su página web todos los proyectos que los alumnos han desarrollado a lo largo del confinamiento. Pero no todos ellos giran en torno al proyecto Magnet y la arquitectura, señalan. En la web se pueden ver también cómo los alumnos enseñan a preparar sus platos favoritos o cómo hacer un instrumento con productos reutilizables.