El Gobierno central deja a la región de Lleida en fase 1 y hosteleros y patronal lo ven un agravio

Salud pidió ayer al Gobierno central que la región sanitaria de Lleida no pasara a la fase 2 el lunes por un repunte de casos de Covid-19 y el ministerio de Sanidad aceptó la propuesta el mismo día. La Federación de Hostelería y la Cámara de Comercio de Lleida lamentan que no se aplique una fase intermedia como se hizo en Barcelona con la 0,5.

La región sanitaria de Lleida no pasará el lunes a la fase 2 de la desescalada, a diferencia de Girona, la Catalunya Central, Alt Penedès y Garraf. El Alt Pirineu i Aran ya lo está desde esta semana. Ya lo advirtió la consellera de Salud, Alba Vergés, cuando el lunes notificó un repunte de contagios por una fiesta de cumpleaños con 20 personas y los positivos de una residencia y de varias empresas agroalimentarias. Dijo que analizarían la evolución, y ayer anunció que pedirían al Gobierno central dejar a Lleida en la fase 1, por lo que bares y restaurantes seguirán sin poder servir en el interior. El Gobierno central debía pronunciarse hoy, pero ayer mismo aceptó la propuesta. El ministro Salvador Illa, consideró la decisión “acertada”, elogió la “prudencia” de la Generalitat y se mostró “tranquilo”. “No me atrevo a predecir qué pasará, pero si van por la dirección indicada que todos esperamos no será necesario retroceder de fase [volver a la 0], ni mucho menos”, dijo.

La Federación de Hostelería y las Cámaras de Comercio criticaron la decisión y recordaron que cuando Barcelona no pasó a la fase 1 se flexibilizaron medidas para no perjudicar al tejido económico (creando la fase 0,5). Josep Castellarnau, presidente de los hosteleros, subrayó que “no entendemos por qué no se puede encapsular la zona determinada” y criticó que para Lleida no se plantee una fase intermedia. “No existe. O la 2 o nada. Posiblemente hemos sido tratados de diferente manera”, indicó, e indicó que el 60% de bares y restaurantes y el 90% de los hoteles están cerrados “con un ingreso cero”. El gerente de la federación, Ramon Solsona, consideró que “con esta medida están haciendo el ridículo.

El presidente de la Cámara de Lleida, Jaume Saltó, destacó que la hostelería de la capital es la más perjudicada. “No es necesario afectar a toda la región sanitaria, hay que tomar medidas más selectivas”, propuso. Indicó que planteó “a las autoridades que intentasen en aplicar en Lleida la fase intermedia que se hizo Barcelona para no tener tanto impacto, “pero aquí ha sido todo o nada. En Barcelona posiblemente hubo más presión empresarial y un tema político”. Recalcó que “hay que ser consciente del impacto económico y de las inversiones de los que han preparado sus locales. Es un golpe muy fuerte. Ya pasó al principio con la fase 1. Cuando más nos retrasemos, más tardaremos a llegar a la fase final”. Pidió “no esperar una semana entera para revisar el cambio de fase, porque comporta que más empresas que ya no abrirán y más personas se quedarán sin trabajo”. Para su homólogo de la Cámara de Tàrrega, Carles Giribet, no poder pasar a la fase 2 “afectará a nivel moral y económico”. “El empresario está agotado a causa de la situación, en especial el pequeño comercio y la restauración. Esto supone una dificultad añadida a la hora de volver a levantar el negocio ya que cada día que pasa se pierde mucho dinero”. Lamenta la relajación de la población y critica que para Lleida no se haya pensado en una fase 1,5. Por su parte, el jefe de la oposición de la Paeria, Fèlix Larrosa, consideró que el alcalde Miquel Pueyo debería haber presionado más a Salud.

La hostelería reclama ayudas y condonación de impuestos

Representantes de la Federación de Hostelería de Lleida entregaron ayer un manifiesto al subdelegado del Gobierno central, José Crespín, en el que reclaman medidas para hacer frente a la crisis causada por el coronavirus. “Pedimos que la normativa sea clara y, después de tres meses parados, necesitamos ayudas directas a los empresarios, a través de microcréditos, avales y condonación de impuestos. Necesitamos hablar también de los arrendamientos, que para muchos supone una carga muy importante. Y esperando que la ayuda que venga de Europa se haga efectiva en la hostelería”, detalló Josep Castellarnau, el presidente de la federación.

Por su parte, el subdelegado indicó en un tuit que “el sector de la hostelería y la restauración tiene un peso importantísimo en la economía y la ocupación y continúan sufriendo la situación provocada por el Covid-19”. En restaurantes de algunos puntos del Estado, reservaron simbólicamente mesas para que el Gobierno se siente a dialogar con ellos.