Inmigrantes que duermen al raso en Lleida: "Nos sentimos engañados, nos dijeron que aquí habría trabajo y estamos en la calle"

“Venimos de Andalucía porque allí nos aseguraron que en Lleida habría trabajo, pero no es así, nos han engañado”. Así de contundente se mostró ayer una de las muchas personas de origen inmigrante que han venido a Lleida para la campaña de la fruta pero que no han encontrado trabajo y están pernoctando o pasan el día en la calle. La mayoría se concentra en la Casa de Fusta de la calle Cavallers, en el Centro Histórico, pero también hay grupos en la plaza l’Ereta y la calle Lluís Besa, así como también en los alrededores de Camps Elisis, donde está la oficina de atención a temporeros y personas “sin techo” que ha abierto la Paeria esta semana, según aseguraron los vecinos de Cappont.

En cuanto a cómo han llegado a Lleida en pleno estado de alarma, que teóricamente impide la movilidad entre comunidades, uno de ellos aseguró que “la mayoría venimos de Andalucía en tren y el billete lo pagamos con nuestro dinero, aunque hay otros que también han llegado en autobús”. Este, que ayer hacía cola para entrar en el pabellón de la Fira, añadió que “lo de encontrar trabajo está peor de lo que nos lo vendían, y eso que yo tengo papeles, afortunadamente he conseguido empleo a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) de Seròs, pero no me han dicho nada sobre si tendré alojamiento”.

Por su parte, una de las personas que se encuentra en la Casa de Fusta explicó que “llegué hace 25 días en autobús desde Andalucía”, aunque no concretó si él pagó el billete o lo hicieron otras personas o entidades. En su caso, es un “sin papeles”, como la mayoría de los que pernoctan en este lugar del Barri Antic. Precisamente, algunos de ellos afirman que el pabellón 3 de la Fira no les inspira confianza para dormir . “Yo pasé una noche y no he vuelto, solo voy para ducharme, lavar la ropa y recibir asesoramiento para encontrar trabajo”, manifestó uno. Justifica que ha optado por quedarse en ese emplazamiento porque “me siento más seguro, porque la mayoría nos conocemos y nos organizamos como podemos”. Otros, en cambio no tienen otra opción porque han llegado en solitario. “Vengo al pabellón porque he venido aquí solo, sin ningún conocido, y para no estar en la calle pues prefiero el pabellón, aunque sea para dormir en un camastro”, lamenta.

“La mayoría ha venido en tren y pagando ellos el billete, aunque otros han llegado en bus”, aseguran

Por otra parte, el Comité de Defensa de la República (CDR) de Cappont criticó ayer las declaraciones de la presidenta de la asociación de vecinos del barrio, Veni Ros, sobre la apertura del pabellón 3. El CDR dijo que “el miedo expresado por Ros sobre la convivencia en el barrio por la presencia de estas personas es totalmente infundado” y exigió una rectificación. Ros les respondió que “no tengo que disculparme de nada porque lo único que dije es que el pabellón no es un lugar adecuado y digno para que los temporeros descansen, ya que unos camastros no garantizan que descansen tras ocho horas de trabajo al sol”.

Mientras, Creu Roja negó ayer que proponga a temporeros de otras ciudades que vengan a trabajar a la provincia de Lleida, tal y como señaló algún trabajador la semana pasada después de que se denunciara el traslado de personas de otros puntos del Estado para trabajar en la campaña de la fruta pese a no tener contrato . Según la entidad, los voluntarios se centran en atender las necesidades básicas que tengan estos trabajadores una vez están aquí.

El Barri Antic se manifiesta hoy “para no ser un gueto” Plataformas vecinales del Centro Histórico han convocado hoy una manifestación a las 12 del mediodía en la plaza Cervantes para pedir una serie de mejoras en el barrio “para no ser un gueto”. Así de contundente se mostró el presidente de la plataforma por la dignificación del Pla de l’Aigua y miembro de la asociación Som Veïns, Josep Maria Muñoz, entidades que junto con las asociaciones vecinales de Jaume I y L’Ereta organizan esta concentración. Aseguran que “hace un año que arrancó el nuevo ayuntamiento y desde entonces hemos mantenido reuniones para que conocieran de primera mano las necesidades del barrio, incluso nos manifestaron abiertamente que el Centro Histórico está maltratado, pero las reuniones y buenas palabras no han servido para nada”. Entre las medidas que esperan conseguir figuran solucionar “de una forma definitiva” la atención a temporeros; descentralizar los servicios sociales de la ciudad en el barrio como el albergue o el comedor social; mejorar la limpieza de sus calles; una atención centrada en los menores desamparados y personas en exclusión social; luchar contra el tráfico de drogas y establecer un protocolo de asistencia policial inmediata