El mercadillo recuperará las paradas de ropa cuando Lleida esté en fase 3

El ayuntamiento de Lleida prevé que los paradistas de ropa, calzado y otros artículos del mercadillo vuelvan a la actividad, cuando el territorio entre en la fase 3 de la desescalada, dentro de una o de dos semanas. Fuentes municipales indicaron que así lo acordaron la concejalía de Comercio y los paradistas la semana pasada y ahora están estudiando una ubicación que pueda garantizar la distancia de seguridad entre los puestos.

Estos paradistas llevan desde el 12 de marzo sin trabajar, ya que el ayuntamiento suspendió los mercados ambulantes debido a la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus. Una medida que también afectó a los de fruta y verdura, que comparten espacio con los de ropa en el Camp d’Esports y el Barris Nord, aunque tuvieron que cesar su actividad más tarde, el 21 de marzo. No obstante, estos últimos pudieron volver a la actividad el 2 de mayo con medidas preventivas como mantener una distancia de dos metros entre las paradas, que los clientes no pudieran tocar el género y priorizando el pago con tarjeta en lugar del efectivo. A raíz de esta situación, los paradistas de ropa y calzado llevaban semanas pidiendo al consistorio volver a la actividad y ahora están buscando un emplazamiento que garantice todas las medidas de seguridad que se requieren para la venta ambulante. Es por ello que, debido a la cantidad de paradas, es inviable que todos puedan instalarse en el recinto del Barris Nord los sábados, ya que no se podría mantener la distancia de seguridad recomendada, por lo que están estudiando otras ubicaciones. La ubicación que tanto los paradistas como el consistorio ven más viable para instalar el mercado era la Rambla de Pardinyes, aunque aún no está decidido. El mercadillo del jueves del Camp d’Esports, con menos paradas, solo deberá ampliar la superficie del parking que utiliza.

Hace unas semanas, la asociación Futur y la de Marxants de Lleida propusieron al ayuntamiento hacer “minimercadillos” con 20 o 25 paradas en varios barrios de la ciudad para poder retomar la actividad, pero después los propios vendedores apostaron por estar todos juntos. Muchas familias llevan ya casi tres meses sin ingresos.