ESNOTICIA
La primera vacuna ya podría venderse a finales de este año
El catedrático de farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford, el español Daniel Prieto-Alhambra, desveló ayer que el Jenner Institute ya está produciendo la vacuna diseñada y desarrollada por científicos de esta universidad británica para poder distribuirla en diciembre, después de que se demuestre que es efectiva. El Jenner Institute forma parte del departamento de Medicina de Nuffield en la Universidad de Oxford y tiene como objetivo desarrollar vacunas para enfermedades de gran importancia para la salud pública como la malaria, la tuberculosis o el VIH.
Según Prieto-Alhambra, “si hay suficientes pacientes para demostrar que la vacuna funciona con los datos finales del ensayo clínico incluyendo 10.000 pacientes, esperan tener resultados positivos, y si todo va bien y no hay ningún problema, hacia finales de año podrían tener la vacuna finalizada y comercializada”, aseguró. “Sería la primera en comercializarse”, dijo en RAC-1.
“El laboratorio ha tomado el riesgo de empezar a producir ya la vacuna para, si funciona, poder tenerla en el mercado inmediatamente. El laboratorio ya está asumiendo que funcionará. La fase 1 y 2 parece que funciona”, indicó.
Prieto-Alhambra reconoció que “aún no tenemos los resultados de eficacia. No sabemos hasta qué punto protege” y precisó que se tiene que hacer “un estudio muy grande, de hasta 10.000 personas, para poder testarla” con garantías.
Las noticias esperanzadoras sobre la vacuna coinciden con informaciones de que la dexametasona, un fármaco barato, ha reducido en hasta un tercio la mortalidad de pacientes intubados con respiradores y en un quinto la de los que necesitaron oxígeno, según un estudio de la Universidad de Oxford. Un tratamiento de diez días puede costar del orden de 38 euros.
La dexametasona se ha utilizado desde la década de 1960 para reducir la inflamación en diversas enfermedades, incluyendo pacientes con cáncer, y desde 1977 se encuentra en la lista de medicinas esenciales de la OMS, por lo que no está sujeta a patente y por ello está disponible con facilidad en todo el mundo. También es utilizada por los alpinistas en casos de mal de altura. La OMS destacó ayer que sólo debe usarse en casos graves de Covid y no de forma preventiva. Coordinará un análisis de varios ensayos para comprobar su eficacia.