ESNOTICIA
El Govern flexibiliza los aforos al obligar solo a guardar la distancia de seguridad
Levantó ayer el estado de alarma y únicamente limita la ocupación hasta el día 25
La Generalitat decretó ayer el fin del estado de alarma en Catalunya, de modo que Lleida y Barcelona habrán pasado al final solo un día en la ansiada fase 3. En esta nueva normalidad, el Govern solo fija limitación de aforo hasta el día 25 y después reduce las normas a garantizar la distancia de seguridad, llevar mascarilla y lavarse las manos.
Catalunya ya está hoy en la nueva normalidad, o la etapa de represa, como la denominó ayer el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Lleida y Barcelona solo han estado finalmente menos de venticuatro horas en la fase 3 de desescalada establecida por el Gobierno central, ya que la Generalitat, al recuperar las competencias, decretó ayer mismo el fin del estado de alarma desde la pasada medianoche, dos días antes de que acabe en España, cuando habrá libre movilidad en todo el Estado.
El decreto establece que los ciudadanos deben a guardar una distancia de 1,5 metros y llevar mascarilla siempre que no se pueda respetar, además de lavarse las manos frecuentemente, y apela a su responsabilidad para no haya rebrotes. Hasta el día 25, el aforo en el interior de los locales queda limitado al 50% y al 75% en espacios exteriores, pero a partir de esa fecha solo se exige garantizar una superficie de seguridad de 2,5 metros cuadrados por persona.
Lleida solo ha estado al final menos de un día en la fase 3, antes de pasar hoy a la “nova represa”
La consellera de Salud, Alba Vergés, defendió que la evolución favorable de la pandemia de Covid-19 permite encarar esta etapa con una “regulación más sencilla que no se base en prohibiciones”. “Lo más importante es la aurorresponsabilidad de toda la ciudadanía” para convivir con el virus mientras no haya vacuna, indicó, y remarcó que evitar contagios “depende absolutamente de un esfuerzo colectivo y solidario”. Insistió en la higiene de manos, evitar toser directamente al aire, mantener grupos de convivencia habituales, usar mascarilla (a partir de los seis años) en espacios cerrados y cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad de 1,5 metros, priorizar actividades en el exterior, ventilar espacios cerrados y desinfectar superficies. Estas normas también son exigibles a los titulares de empresas y establecimientos y se ordena a los responsables que garanticen una atención preferente a las personas vulnerables.
La consellera aseguró que el sistema sanitario actual sale “reforzado” de esta pandemia porque tiene más capacidad de diagnóstico del coronavirus y de hacer un seguimiento de los contactos y subrayó que el objetivo de esta nueva etapa es “detectar rápido los rebrotes y actuar”. En este sentido, dijo que la respuesta “no tiene por qué ser un confinamiento”, sino que se pueden aplicar otras medidas que actúen como barrera de contención”, que no concretó.
El Procicat establece que se deben aprobar planes sectoriales en una quincena de ámbitos como universidades, servicios sociales, centros docentes, establecimientos comerciales, hostelería y restauración, turismo, locales de ocio nocturno, ferias y congresos, ocio infantil, instalaciones deportivas, equipamientos culturales o fiestas.
Reuniones y actos sin un límite concreto pero evitando aglomeraciones
La resolución del Procicat no establece límites en las reuniones familiares y actividades sociales, pero sí da indicaciones como que preferentemente sean con personas que mantienen un contacto muy habitual “siempre que no se generen aglomeraciones (cuando no se puede mantener la distancia interpersonal) ni se superen las limitaciones en el aforo y se respeten las normas de protección individual”. Mantiene obligatoria la mascarilla en el transporte por carretera y ferrocarril, excepto si los ocupantes tienen contacto habitual. Sin embargo, no será exigible en la práctica de deporte al aire libre, en supuestos de fuerza mayor y en personas con una enfermedad respiratoria, que no tengan autonomía para sacársela por discapacidad, dependencia o alteraciones de conducta. También detalla que en los espacios al aire libre, la superficie mínima de seguridad de 2,5 metros cuadrados se puede rebajar si se lleva mascarilla, un registro de asistentes o preasignación de localidades, y se regula la circulación para evitar aglomeraciones. Si hay zonas sectorizadas con control de acceso y salida independientes para 2.000 personas, se podrá llegar a las 3.000 si están en asientos asignados. En los espacios cerrados, el aforo máximo en zonas sectorizadas es de mil y no se puede ampliar. La distancia de seguridad se puede rebajar si se lleva mascarilla, hay un registro de asistentes y se regula la circulación. Para los locales de hostelería y restauración insta a fomentar la reserva previa y para congresos y ferias plantea un registro de asistentes y controles de circulación y zonas sectorizadas de hasta mil personas, o dos mil con asientos.