CORONAVIRUS SUCESOS
Confinan a ocho urbanos de Lleida tras escupirles un contagiado
Un joven que dio positivo este mes y eludió el aislamiento y el control médico
Ocho agentes de la Guardia Urbana que intervinieron la noche del lunes al martes en la detención de un joven de 21 años, acusado de agredir a un hombre de 35 en la Mariola, han quedado confinados en sus casas porque el arrestado dio positivo de coronavirus en una prueba PCR hace menos de tres semanas y, además de golpearles, les escupió. Según la información que ha podido recabar este diario, la prueba que certificó que el joven estaba contagiado por el virus se hizo el pasado 5 de junio. Teóricamente, entonces debería haber quedado confinado en su domicilio y bajo control de un CAP, pero habría eludido tanto el confinamiento como el seguimiento médico, lo que también había impedido hacerle nuevas pruebas para comprobar si había superado o no la infección. Esta situación quedó al descubierto cuando los agentes le trasladaron al hospital Arnau para hacer la revisión médica rutinaria en estos casos. Los médicos encargados de la misma avisaron de que el detenido había dado positivo de coronavirus, pero que desde el día en que se le hizo la prueba había sido imposible localizarle, por lo que no había estado sujeto a ningún tipo de control sanitario.
Lo paradójico del caso es que ahora este joven ha quedado teóricamente confinado en su casa. Lo está sin vigilancia efectiva y solo bajo advertencia de las posibles infracciones en las que puede incurrir si quebranta esta orden, que se sumarían a los delitos de lesiones y atentado contra la autoridad de los que está acusado por el altercado que protagonizó, según informaron fuentes solventes.
El detenido ha quedado teóricamente aislado en su casa sin vigilancia, solo bajo advertencia
Los ocho agentes que intervinieron en su detención, custodia y traslado quedaron confinados en sus domicilios el mismo martes. Está previsto que sean sometidos a una prueba PCR para determinar si están o no contagiados, aunque ayer no se había hecho a ninguno.
La pelea que originó esta actuación de la Policía Local tuvo lugar delante de un bar de la calle Germans Izquierdo, en la Mariola, por lo que numerosas personas podrían haber estado en contacto con el infectado por la Covid. Fuentes del departamento de Salud señalaron al respecto que el servicio de vigilancia epidemiológica está estudiando esta circunstancia, aunque hasta el día de ayer no habría adoptado ninguna actuación específica.
El aislamiento domiciliario de los ocho agentes llega en un momento complicado para la Guardia Urbana por falta de efectivos en el turno de noche, lo que ha obligado a recurrir de nuevo al servicio de voluntarios, que generará el correspondiente coste en horas extraordinarias.