COMERCIO BARRIOS
El mercado de Ronda, “olvidado” por la Paeria
Los paradistas denuncian que su licencia ha expirado y nadie contacta con ellos || Alguno se irá ante el deterioro del local
Los paradistas del mercado municipal de Ronda-Fleming están desde principios de año en un limbo legal, ya que la vigencia de sus licencias ha expirado y están a la espera de que la Paeria las renueve. Una situación “preocupante, pero no nueva”, según afirman, porque se sienten “olvidados” por el ayuntamiento. Así lo aseguran varios de los 11 comerciantes del mercado, que solo tiene un tercio de las paradas abiertas, lo que ha provocado que algunos se planteen marcharse o cerrar. “Nosotros nos iremos dentro de un mes a otro local, no podemos seguir así, el mercado tiene muchas carencias y no parece que se vayan a solucionar a corto plazo”, dice Teodor Comabella, que regenta una pescadería y preside la asociación de comerciantes. Otros como Jordi Cervera no ven futuro más allá del mercado. “Si me tengo que ir quizás cierre”, señala, y destaca que desde el consistorio “nos han prometido muchos estudios, pero no han hecho nada, la licencia acabó a principios de año y aquí seguimos”. El carnicero Rafael Garrido apunta que “mientras pueda estar aquí, seguiré, pero es lamentable que no sepamos nada de la Paeria”. Más prudente se mostró otro carnicero, Josep Forcada, que indica que “la Paeria nos dijo que ahora seguiríamos en régimen de alquiler, pero no ha hecho nada”. El más crítico fue el pescadero Jaume Soria, que lamentó que “el alcalde aún no nos ha visitado, no nos han dicho nada sobre las licencias y el mercado no hace más que degradarse”. “Parece que no quieren hacer nada para que nos vayamos”, concluye.
“Nadie se ha preocupado por las medidas sanitarias del recinto” Además del “olvido” que sienten los paradistas a nivel administrativo por parte de la Paeria, critican que “durante la pandemia tampoco nos han ayudado en nada”. Así lo aseguran Jaume Soria y otros dos paradistas, que señalan que “durante el confinamiento no había nadie comprobando el aforo, repartiendo gel o supervisando las medidas sanitarias mientras que nosotros nos pagábamos nuestras mascarillas en un equipamiento municipal”, recalcan. La parte positiva del estado de alarma ha sido, según ellos, que han aumentado las ventas.