Los futuros profesores, a examen

Un total de 446 estudiantes se examinaron ayer de las pruebas de aptitud personal (PAP) en el campus de Cappont de la Universitat de Lleida (UdL). Una cifra ligeramente superior a los del año pasado, cuando se inscribieron 430 aspirantes. Se trata de un trámite indispensable para los estudiantes de Bachillerato que quieran acceder a los estudios de Educación Infantil y Primaria. Las pruebas estuvieron marcadas, como no podía ser de otra forma, por la pandemia del coronavirus y el confinamiento perimetral del Segrià, hecho que no impidió a decenas de alumnos de otras comarcas, incluso de otras comunidades autónomas, acudir a la ciudad a hacer la prueba. Otra de las particularidades de esta edición de las PAP fue que se programó una semana después de la selectividad, cuando lo habitual es hacerlas en abril. Este hecho que generó división de opiniones entre los alumnos, ya que algunos lo consideraron una ventaja y otros un percance añadido. Variaciones en el calendario aparte, la mayoría de los aspirantes a profesores salieron satisfechos de las pruebas, que consistieron en, por un lado, un examen de competencia comunicativa y razonamiento ético, que consistía en una prueba tipo test, corregir un escrito y hacer una redacción sobre el cambio climático. Después de un descanso de media hora, los estudiantes hicieron la segunda prueba, que se estaba centrada en resolver problemas de lógica y matemática. Los resultados se harán públicos el 27 de julio.

Por lo que respecta a las medidas sanitarias, la UdL tomó las mismas que en la selectividad. Separación de dos metros entre los alumnos, acceso a las aulas por grupos y uso obligatorio de mascarilla al entrar, aunque los que lo deseaban se la podían quitar durante la prueba.