Comercio y hostelería suspiran por más ERTE

“El panorama es más incierto que en marzo, porque no sabemos cuánto durará y estamos sin ayudas y pagando alquiler e impuestos”. Este es el triste resumen que hace Montse Eritja, responsable del a tienda Gesa, en el Eix Comercial, de la situación que viven el sector del comercio y la hostelería desde el inicio del confinamiento. Un escenario que ha provocado que la mayoría echen de menos el cierre de marzo, “porque almenos contábamos con ayudas”. Ahora, la mayoría de negocios afrontan su día a día dependiendo de las escasas citas previas para poder seguir pagando impuestos y alquileres. “Me costaría más estar cerrado que abierto, por eso seguimos así, pero el panorama es desolado”, lamenta Eritja. Una incertidumbre que también comparte Montse Bonet, responsable de la tienda Colonial, también en el Eix. “Estamos muy preocupados porque vamos muy flojos de clientela, se nota que no se han hecho bien las cosas”, asegura. En su caso, no ha tenido que recurrir a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que se han organizado entre sus trabajadores. “Hemos reducido horarios y algún empleado se ha cogido vacaciones, pero si esto se alarga no sabemos qué haremos”.

Mientras el comercio avanza día a día como puede, la hostelería pide a gritos las mismas ayudas de marzo y la ampliación de los ERTE. “Estamos indignados por cómo se han hecho las cosas desde la administración, sin contemplar ninguna ayuda. Sería insostenible para nosotros no poder ampliar los ERTE, pero no nos escucham, parece que estemos mendigando ayuda a la administración”, asegura Natàlia Rubio, que lleva los restaurantes Teresa Carles y Horatio. En su caso, han cerrado “porque no compensa preparar una menú cada día si no sabes cuántos clientes aproximados puedes tener”. Por su parte, Ángel Rodríguez, del Carballeira, ofrecerá a partir de hoy comida a domicilio y ya avanzó que “haremos ERTE como sea, lo necesitamos”. Pero lo peor no ha sido el cierre en sí. “Ha sido la incertidumbre de estos días. Nos da la sensación que pagamos los platos rotos de una mala gestión”.