El dispositivo especial del CUAP Prat de la Riba de Lleida atiende una media de 600 personas al día con sintomatología

El dispositivo especial para atender y detectar posibles casos de covid-19 en el CUAP Prat de la Riba atiende una media de 600 personas al día con sintomatología. Así lo ha asegurado la doctora Pilar Vaquer, coordinadora de esta unidad instalada en una carpa del SEM, que también ha añadido que por término medio hacen unas 20 ecografías al día, de las cuales algunas derivan al hospital por problemas respiratorios del paciente. Este lunes hace una semana que entró en funcionamiento este dispositivo y Vaquer ha dicho que la mayoría de personas que acuden son más jóvenes de 60 años.

Asimismo, también ha dicho que ven con "respeto" que el volumen de casos no disminuya pero que ya tienen una segunda fase de actuación preparada por si hace falta.

La doctora Pilar Vaquer ha explicado que en la primera semana de funcionamiento del dispositivo especial han atendido pacientes con "diferentes flujos" que vienen derivados desde los centros de salud, a partir de una cribado hecho telefónicamente, y que también atienden que vienen de "forma espontánea".

Dentro del dispositivo trabajan 3 médicos, de los cuales hay uno que hace ecografías para detectar problemas pulmonares, y 3 enfermeras.

Entre los ocho de la mañana y las cinco de la tarde el promedio de personas que pasan por la carpa es de entre 350 y 380. Sin embargo, hay un relieve de profesionales que atiende al mismo dispositivo y también al CUAP Prat de la Riba hasta las doce de la noche y esto hace que la cifra media diaria de personas que pasan por este punto sea de unos 600 pacientes.

Asimismo, la media de ecografías diarias es de 20, por lo tanto esto indica que hay este volumen de personas que acuden a la carpa del SEM con problemas respiratorias. De estas, hay un porcentaje que la doctora Vaquero no pudo concretar, que son derivadas a centros hospitalarios para ser tratadas. Según Vaquer, la mayoría de personas que acuden al centro son pacientes con sintomatología leve. Muchos van porque han tenido contactos con positivos.

La media de edad está por debajo de los 60 años, pero Vaquero sí que ha reconocido que hay un volumen importante de pacientes que está entre los 20 y los 40 años. Una vez se les ha hecho la prueba, si tienen síntomas leves o son directamente asintomáticos, se les envía a casa y se les llama a las 48 horas para dar el resultado. Si la prueba es positiva, se hace un seguimiento que consiste en llamar al cabo de unos siete u ocho días para ver si los síntomas del virus se han agravado.

Vaquer ha señalado que los profesionales ven con "respeto" que el volumen de personas que acuden con síntomas no disminuya las próximas semanas y ha explicado que ya está diseñada una segunda fase de actuación que consiste en un "plan de contingencia" en caso de que "las cosas no evolucionen favorablemente" y que conllevaría, entre otras medidas, el mantenimiento de esta unidad ubicada en una carpa del SEM, para continuar haciendo macetas y atención sanitaria.