Menores en busca de oportunidades

Las comarcas leridanas han registrado una bajada en la llegada de jóvenes y menores extranjeros no acompañados desde principios de año, y a día de hoy acogen a 580 de estos adolescentes. Según los datos del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, hasta el 30 de junio han llegado ochenta, lo que supone un 62% menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando se registró la llegada de 215. Según la conselleria, los adolescentes migrantes que actualmente están bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) son en su mayoría varones, con el 97,2% del total y siete de cada diez proceden de Marruecos, seguidos de los países subsaharianos y del resto del Magreb. Por edades, más de 220 tienen diecisiete años, mientras que hay trece que solo tienen catorce. La conselleria también atiende a 230 de estos jóvenes a pesar de que han alcanzado la mayoría de edad, pues a los 18 años deberían salir del sistema de la DGAIA. La evolución en la llegada ha ido variando en los últimos meses, aunque ha caído drásticamente desde el inicio del estado de alarma. Así, desde marzo Lleida solo se registró una media de ocho menores extranjeros no acompañados al mes. El pico más alto se produjo en los meses de verano de 2018, cuando hubo un total de 186 casos nuevos y desde junio del año pasado se ha detectado una tendencia a la baja. En este sentido, cabe destacar que la Generalitat atiende este año a doce niñas y adolescentes, cuando en 2018 solo eran dos. Según los datos de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, estos jóvenes suponen más de la mitad de los menores tutelados por la DGAIA, porcentaje que se eleva al 71,3% en el caso de los menores acogidos en los centros-residencias de la Generalitat. En el conjunto de

Catalunya, la dirección general de Atención a la Infancia y a la

Adolescencia acoge a un total de 3.675 menores extranjeros no acompañados, de los que un

15% están en centros leridanos.

Por su parte, varias entidades sociales han denunciado esta semana el endurecimiento de los criterios para renovar la residencia a los jóvenes inmigrantes mayores de 18 años. Según explican, un cambio de interpretación de la ley de Extranjería obliga a los jóvenes que llegaron a la península sin referentes familiares a disponer de más de 2.100 euros en el mes para las segundas renovaciones del permiso de residencia. Además, el dinero no podrán proceder de prestaciones públicas ni de ayudas sociales. Este cambio de interpretación se ha producido a consecuencia de la aplicación de la jurisprudencia del Supremo.

Las entidades alertan de que estas condiciones abocan a los jóvenes extranjeros a la irregularidad y a la exclusión, pues para mantener la posibilidad de trabajar una vez cumplen los 19 se los exigen unos requisitos difíciles de cumplir.