La hostelería lo ve “un golpe demoledor” para las 10.000 familias que viven del sector

Un jarro de agua fría. Esto es lo que sintieron ayer los hosteleros de Lleida ciudad y los municipios del Baix Segre que hace una semana fueron desconfinados al saber que la Generalitat no permitió que los bares y restaurantes puedan atender en el interior de sus locales. Una decisión que, como mínimo, se prolongará una semana más y que hace de Lleida y estos seis municipios del Segrià los únicos de Catalunya con este tipo de medidas a pesar de que los brotes de coronavirus van a la baja.

Un anuncio que complica todavía más la viabilidad de cientos de bares y restaurantes y de las 10.000 familias que hay detrás de ellos. Y es que la Federación de Hostelería estimaba hace una semana que, a pesar del levantamiento del confinamiento y las ayudas “un 20% de los locales de Lleida acabarían cerrando”. Ahora, el presidente de la Federación, Josep Castellarnau, teme que “este procentaje se eleve muchísimo más”. Cabe recordar que los bares y restaurantes de Lleida solo han podido atender en el interior cinco semanas desde mediados de marzo. Lo hicieron del 8 de junio, cuando el territorio entro en fase 2 de la desescalada, hasta el 14 de julio, cuando se decretó el segundo confinamiento.

Para Castellarnau, el de ayer “es un golpe demoledor, esperábamos otro anuncio por parte de la Generalitat y muchos de los hosteleros confiaban en que hoy ya podrían abrir, ya que muchos negocios no disponen de terraza”. Afirmó que el sector se siente “muy decepcionado y todavía no lo hemos asimilado, pero no tiraremos la toalla”.

Castellarnau recordó que el pasado lunes la Federación presentó un recurso al tribunal contencioso-administrativo sobre la prohibición de abrir en el interior de bares y restaurantes y que todavía esperan respuesta. “No queremos compararnos con ningún otro territorio, pero no tenemos ninguna explicación de porqué se alarga esta medida”, concluyó Castelarnau.

La Paeria no se pronuncia y el Baix Segre reclama la apertura ya A pesar de que el anuncio de que se mantenía el interior de bares y restaurantes cerrados fue ayer, las reacciones de la administración deberán esperar hasta hoy. Al menos, por parte del ayuntamiento de Lleida, ya que fuentes del equipo de gobierno declinaron hacer declaraciones ayer “porque todavía estamos acabando de mirar” el informe de la Generalitat y que se pronunciarán mañana. En este sentido, el equipo de gobierno lleva días pidiendo al Govern que permita la apertura del interior de bares y restaurantes.