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El centro para 'sin techo' en la Fira de Lleida ya supera las 12.000 pernoctaciones
La pasada semana bajaron, pero el domingo aún durmieron 139 personas || La Paeria prevé cerrar el pabellón 4 este mes y todo el complejo el 12 de septiembre
En el entorno de los pabellones de la Fira también hay ropa tendida.
Los pabellones 3 y 4 de la Fira de Lleida, habilitados como oficinas de atención y albergue a los temporeros y personas sin hogar, han acogido desde el 1 de junio y hasta el 16 de agosto un total de 12.003 pernoctaciones, según datos facilitados por la Paeria y, actualmente, todavía acoge unas 140 diarias.
El pabellón 3 abrió el 1 de junio con capacidad para 130 personas, después el operativo se amplió en el pabellón 4 y actualmente tiene capacidad para 305 camas. Pero antes, durante el confinamiento por el estado de alarma, la Paeria habilitó el pabellón Agnès Gregori con 68 camas para personas sin hogar, que en junio se trasladaron a la Fira.
Así, durante el mes de junio hubo un total de 2.938 pernoctaciones en la Fira; en julio se elevaron a las 6.249 y este mes, hasta el día 16, ha habido otras 2.816. Además, según la información facilitada por el ayuntamiento sobre los últimos datos disponibles, el 12 de agosto hubo 169 alojamientos; el día 13, 168; el día 14 fueron 161; el 15, 143; y el domingo 16, 139.
Fuentes del ayuntamiento explicaron que “de acuerdo con las entidades que participan en el proyecto y entendiendo que la campaña de la fruta ya está en su recta final, se está trabajando para reducir el número de alojamientos, teniendo en cuenta las situaciones de vulnerabilidad, como la edad y la salud”.
Al respecto, añadieron que “la intervención social y laboral se dirige a ayudarles a encontrar alternativas laborales en otras campañas agrícolas y facilitar ayudas puntuales de transporte a aquellas que no disponen de medios económicos y quieren volver a su lugar de residencia”. En cuanto al cierre del pabellón 4, previsiblemente será a finales de agosto, y todo el complejo, el día 12 de septiembre.
A pesar de las restricciones de movilidad por el estado de alarma, a principios de junio unas 200 personas llegaron a dormir al raso en las calles del Barri Antic.
Esta situación se repite desde hace años, pero el hecho de que tuviera lugar en plena pandemia causó la indignación de los vecinos. La Paeria habilitó el complejo de la Fira y pidió al Estado regularizar a los sin papeles, demanda que no ha sido atendida.
