ECONOMÍA CERTÁMENES
Inteligencia artificial creada en Lleida para garantizar una Fira de Sant Miquel segura
Un sistema pionero desarrollado por una empresa local que permitirá saber en tiempo real si alguien vulnera las medidas antiCovid || Registro de participantes para asegurar la trazabilidad si hay contagios
La Fira de Sant Miquel, que se celebrará del 24 al 27 de este mes, dispondrá de un sistema de videocámaras vinculadas a un software y unos algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por la empresa leridana Just Digital que permitirá controlar a tiempo real si se producen incumplimientos de las medidas de seguridad antiCovid, como personas que se quiten la mascarilla, no guarden la distancia o bien haya aglomeraciones. Cuando la cámara detecte una incidencia, emitirá un aviso y se podrá corregir la situación, explicó ayer el director de Fira de Lleida, Oriol Oró. Se trata de un sistema pionero, que también facilita el control de la temperatura, que los patrones de la Fira creen que servirá de ejemplo para otros cértamenes. Y es que Sant Miquel será la primera gran feria que se celebrará pese a la pandemia, aunque destinada solo a público profesional, como avanzó este diario, y a “interesados” en adquirir alguno de los productos que se exponen. La organización solo la suspendería en caso de prohibición directa por parte de la Generalitat por la situación epidemiológica. “Me atrevo a decir que la feria se hará sí o sí”, vaticinó el delegado del Govern, Ramon Farré.
Para garantizar la trazabilidad de todas las personas que participen en el certamen, será preferente su inscripción online o bien antes de entrar, de modo que quedará registrado su nombre y teléfono (otra firma leridana, Lleidanet, comprobará que sea veraz) y quedará constancia de cuándo entran y sale. Así se podrán controlar las cadenas de transmisión si hay contagios. Otra novedad es que las jornadas técnicas serán básicamente telemáticas.
Será el primer certamen de grandes dimensiones que se celebrará en tiempos de coronavirus
A falta de más concreciones, el aforo total será de 10.000 personas. Antes del verano, el 85% de la superficie de exposición ya estaba reservada, lo que supone unos 250 expositores con los que la Fira contactará para reafirmar su participación.
El alcalde, Miquel Pueyo, destacó que al ser la primera gran feria en tiempos de Covid será “muy observada” por representantes de otros certámenes, incluso de otros países europeos, y recordó que este año no se podrá ir solo a “pasear”. El presidente de la Diputación,Joan Talarn, dijo que celebran el certamen por responsabilidad con el desarrollo económico del territorio y para dar esperanzas sobre la salida de la crisis. Jaume Saltó, presidente de la Cámara de Comercio, incidió en impulsar el territorio, “muy castigado” por el virus.