ESNOTICIA
La gran factura de la Covid
Sanidad y educación han sido dos de los sectores más afectados por la pandemia
La pandemia del coronavirus ha tenido un gran coste en vidas, con 319 fallecidos en Lleida, donde los hospitalizados y contagiados se cuentan por millares. Pero además, ha generado un gran crisis económica y ha perjudicado a múltiples sectores, entre ellos el sanitario, donde las listas de espera se han disparado.
La pandemia del coronavirus se ha cobrado hasta el día de hoy a 319 vidas de la provincia de Lleida, los contagios se acercan a los 12.000 y los hospitalizados han sido millares. Además, el hecho de que el sistema sanitario haya tenido que centrarse en atender a los pacientes afectados por la Covid ha disparado las listas de espera, ya que solo ha atendido las patologías más urgentes. El número de personas en espera para una prueba, operación o consulta es estable porque los especialistas han incorporado a muy pocas, pero la demora media se ha hasta triplicado.
Por ejemplo, según los últimos datos de Salud correspondientes al pasado mes de mayo, las intervenciones de cataratas y de prótesis de rodilla y cadera superan una media de 110 días espera tanto en la región sanitaria de Lleida como en la del Pirineo, mientras que un año antes no llegaba a los 60 días. En el resto de operaciones, a excepción de las oncológicas, la media es de 150 días de espera en el llano y de 100 en el Pirineo, mientras que el año anterior era de 90 y de 65 días, respectivamente. En las pruebas diagnósticas, hay 91 días de espera en Ponent y 63 en el Pirineo, pero un año antes era de 48 y 22 días, respectivamente, mientras que la demora para las consultas a especialistas en el llano es de 78 y en el Pirineo de 67, pero hace un año era de 54 y 38 días. Los ejemplos más llamativos son que la espera media de una intervención de varices en Ponent ha pasado de 165 a 311 días; una colonoscopia, de 56 a 112; y una extirpación de las amígdalas en el Pirineo, de 44 a 178.
En el llano de Lleida es de 150 días para operarse, de 91 para una prueba y de 78 para ir a un especialista
Más de 76.000 alumnos de Lleida tuvieron que quedarse en casa desde marzo hasta fin de curso
Asimismo, la pandemia provocó también el cierre de las guarderías, colegios, institutos, así como de la Universitat de Lleida, de modo que los más de 76.000 alumnos tuvieron que quedarse en casa desde marzo hasta fin de curso, cuando los centros reabrieron solo de forma puntual para dar las notas, despedirse los de sexto de Primaria o preparar selectividad. De hecho las pruebas de acceso a la universidad se retrasaron un mes. Los centros tuvieron que trabajar a contrarreloj para poder ofrecer en tiempo récord docencia telemática y para adaptar los currículums a la inédita situación, que a su vez engrosó más la brecha digital, puesto que los alumnos de familias desfavorecidas tuvieron menos oportunidades de seguir el curso con cierta normalidad.
A nivel urbanístico, el parón por el coronavirus se tradujo en el retraso de algunas obras muy esperadas, como la construcción del edificio del colegio Pinyana de Balàfia y del nuevo acceso a la Escola Alba con un paso subterráneo. A nivel privado, las torres junto a la Llotja también se han visto afectadas y su edificación aún no ha empezado.
Por otro lado, el confinamiento favoreció el crecimiento incontrolado de la vegetación en la capital, que presentaba un aspecto asilvestrado, con parterres repletos de malas hierbas y parques descuidados.
Además, la organización de la Paeria se ha visto modificada y por primera vez cerró por vacaciones del 10 al 23 de agosto, excepto servicios mínimos, con el argumento de que el personal no había podido gastar días personales por el confinamiento.
La gran factura de la CovidFechas clave en Lleida Las empresas de la jardinería urbana de Lleida reanudan las tareas de limpieza y conservación que se tuvieron que parar a consecuencia del estado de alarma y que originó una ciudad “asilvestrada”.