Salud ha detectado más de 900 conductas suicidas en los últimos seis años en Lleida

El programa Código Riesgo Suicida del departamento de Salud, puesto en marcha en junio de 2014, ha registrado más de 900 episodios de conductas suicidas (concretamente 916) en la provincia de Lleida en los últimos seis años. Según los datos proporcionados por el departamento, solo hasta el mes de julio de este año se han registrado 111 episodios de intentos de suicidio en las comarcas leridanas, cuando en todo el año pasado fueron un total de 117. Según el registro de Salud, hecho público con motivo de la celebración ayer del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, en toda Catalunya un total de 16.012 personas han hecho 18.966 episodios de conducta suicida. La gran mayoría, el 87,3%, ha llevado a cabo un único episodio. Aunque la conselleria señaló que las conductas suicidas han descendido durante el confinamiento, profesionales y entidades señalan que han aumentado las peticiones de ayuda por ideas suicidas a raíz de un mayor estrés, ansiedad, miedo, soledad o incertidumbre a causa de la pandemia.

Preocupa, sobre todo, la alarmante cifra de suicidios entre los jóvenes, entre los que el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natural, por delante de los accidentes de tráfico. Al respecto, la doctora Vanessa Pera, directora del Área Infantil y Juvenil del Hospital Sant Joan e Déu Terres de Lleida, señaló que el programa del centro atiende a una veintena de adolescentes, de entre 11 y 18 años, con conductas o ideaciones suicidas. Solo este año, se han registrado diez casos nuevos, con más episodios después del confinamiento y un empeoramiento con el nuevo encierro del Segrià en julio. Pera destacó que estas conductas están relacionadas con trastornos depresivos en su mayoría, así como consumo de tóxicos o un trastorno alimentario. Los profesionales del Sant Joan de Déu intensificaron la atención durante los meses más duros del confinamiento para atender a los usuarios y a sus familias y alertan de un “peligro” nexo entre las conductas suicidas y el “abuso” de las nuevas tecnologías, que están detrás del 26% de los casos, según un estudio. Para una atención precoz, Pera instó a mejorar el uso de las pantallas e informar a las familias sobre los patrones de riesgo para activar la ayuda necesaria.

Entidades piden más recursos y formación especializada Una vez más, las entidades leridanas alertaron ayer de la necesidad de aportar más recursos para atender los trastornos de salud mental que han aumentado a raíz de la Covid-19. Al respecto, Salud Mental de Ponent destacó que se dedican muchos más esfuerzos en concienciar sobre seguridad vial, cuando el suicidio causa más muertes que los accidentes de tráfico, y pidió incrementar los recursos para evitar que los problemas de salud mental se cronifiquen, Asimismo, la entidad apostó por una atención comunitaria, para evitar ingresos innecesarios y que perjudiquen a la persona, así como la difusión de las herramientas para concienciar y acabar con el estigma que aún supone la salud mental. Servei de Suport del Dol de Ponent destacó que durante el confinamiento han recibido más llamadas de personas con ideas suicidas, sobre todo de personas vulnerables, por lo que activaron una atención más cercana y frecuente. “Se necesitan más recursos también para acompañar a las familias y más formación especializada en duelo y prevención del suicidio”, reivindicó la entidad.