El curso de la mascarilla arranca en Lleida mejor de lo esperado y con poco absentismo

El curso escolar de la mascarilla y los grupos “burbuja” por la pandemia de la Covid comenzó ayer sin grandes incidencias en todos los centros de Primaria y Secundaria de Lleida, excepto en la escuela de Montellà i Martinet, en la que sus 42 alumnos no pudieron regresar a las aulas al haber dado positivo un maestro, y en la de La Vall de Boí, en este caso por el boicot de los padres a un docente. Además, a nivel general, casi todos los alumnos volvieron a las aulas, seis meses y un día después de que las clases presenciales se dieran por acabadas el pasado curso para intentar evitar los contagios del coronavirus. Solo hubo un absentismo significativo en centros de los barrios de la Mariola, Magraners y La Bordeta, en Lleida ciudad, y de Alfarràs, fundamentalmente por parte de familias de etnia gitana.

Directores de varios colegios e institutos afirmaron que la vuelta a clase fue incluso mejor de lo que habían previsto. En este sentido, coincidieron en valorarla como muy satisfactoria y destacaron el hecho de que los alumnos venían “muy concienciados” y que, por ejemplo, llevaron sin problema la mascarilla durante todas las horas. Los principales problemas surgieron por las dificultades propias del primer día para adaptarse a los nuevos protocolos, que impiden que en el patio niños de diferentes grupos puedan compartir juegos, o tener que seguir los itinerarios fijados por los pasillos. También hubo novedades en el comedor, ya que algunos centros tuvieron que ampliar turnos para evitar que coincidieran demasiados alumnos a la vez o habilitaron nuevos espacios para este servicio.

La mayoría de los niños que no acudieron a clase son de familias de tres barrios de Lleida y de Alfarràs

En toda Catalunya, el curso comenzó con 253 docentes y 210 alumnos confinados. De ellos, 67 y 23, respectivamente, han dado positivo de coronavirus. Al margen de la de Montellà i Martinet, solo la escuela Juncadella de Sant Vicenç dels Horts no abrió por casos de coronavirus, mientras que otra de Terrassa tampoco lo hizo, pero por una plaga de avispas.

El conseller de Educación, Josep Bargalló, destacó el “esfuerzo y sacrificio” de los docentes para reabrir los centros, así como el escaso número de incidencias. Por su parte, los sindicatos del sector exigieron la reducción del número de alumnos por aula, entre otras medidas, y no descartaron llamar a los docentes a la huelga si sus principales reclamaciones no son atendidas.

También comenzó el curso en las “escoles bressol” públicas. En el caso de Lleida ciudad, el número de inscritos ha bajado debido al temor de los padres por el virus, según la Paeria.