“Los alumnos están concienciados para cumplir las normas sanitarias”

“Ha ido muy bien”. Esta fue la expresión en la que coincidieron varios directores de Primaria y Secundaria de escuelas e institutos públicos y de centros concertados a la hora de valorar el primer día de curso. “Lo que más ha costado ha sido el patio”, explicó el responsable de un colegio de Primaria, que señaló que cada maestro se encargó de controlar que los alumnos de su grupo no se mezclaran con otros. Por su parte, otro apuntó que, más que el patio, el principal problema es el uso del lavabo. “Cada vez que 20 o 25 alumnos de un grupo deben lavarse las manos se pierde mucho tiempo”, indicó.

“Estamos muy contentos”, coincidieron en afirmar por su parte sendas directoras de escuelas concertadas, que destacaron que “los padres y los niños también lo están”. “Era necesario volver a clase, porque ya han pasado 6 meses desde que se cerraron los centros”, añadió una de ellas.

Los responsables de centros señalan que padres y alumnos estaban contentos por la vuelta a las aulas

Varios directores también subrayaron que “hemos visto a los alumnos muy concienciados sobre las medidas se seguridad relativas a la mascarilla, distancia e higiene de manos” “Creo que lo que han visto y oído a lo largo de las últimas semanas les ha ido muy bien como preparación”, indicó el responsable de un instituto. Al igual que otros, precisó que “el único momento complicado ha sido el del patio, cuando se quitan la mascarilla para comer el bocadillo y no mantienen demasiado las distancias, pero cuando les avisas, lo hacen”.

En el instituto Maria Rúbies han aprovechado esta situación para implicar directamente a los alumnos en las labores de desinfección y ventilación de los espacios, como forma de corresponsabilizarles de labores que también contribuyen a su propia formación. Además, este será un paso previo a proponerles que impulsen campañas de sensibilización en el centro y en el barrio, detalló su director, Claudi Vidal.

“Ha ido todo tal y como estaba previsto, pero ahora tocará acostumbrarnos, tanto a profesores como padres y alumnos”, dijo el director del instituto Guindàvols de Lleida, Juanjo González. Detalló que “la primera sorpresa ha sido ver que han venido todos los alumnos, porque nos temíamos que alguno no acudiría, y luego nos ha gustado mucho ver lo concienciados que están, especialmente los más pequeños, ha sido una grata sorpresa”. Una opinión que comparte su homólogo del colegio Camps Elisis de Lleida, Jordi Porta, que reconoció que “alumnos y familias han seguido todas las indicaciones y es de agradecer y la valoración general es que ha ido mejor de lo esperado, todos han puesto de su parte”. Porta admitió que “los más difíciles de controlar eran los de Infantil, pero es normal y poco a poco se irán aclimatando a esta realidad”. En el único aspecto en el que han tenido problemas es en el comedor, según Porta, ya que “nos haría falta un monitor más para controlar todos los grupos y evitar así que los monitores vayan de un grupo a otro, pero por lo demás todo ha ido fenomenal”. Otra directora de Primaria reconoció que ayer hubo “algo de lío” a la hora de la entrada y de seguir los itinerarios marcados, pero se mostró convencida de que con el paso de los días esto mejorará.

Por otra parte, el miedo de padres a que la Covid pueda afectar a los niños más pequeños, de 0 a 3 años, ha dejado más vacantes de las habituales en las “escoles bressol” municipales, según la concejalía de Educación. Así, se han matriculado 755 alumnos y hay 1.000 plazas. Respecto al personal vulnerable al virus, la Paeria ha adaptado el lugar de trabajo a cinco de los 130 profesionales de sus guarderías para evitar que tengan contacto con los niños.

Más turnos, distancia y espacios en el comedor

Diversos centros aplicaron ayer medidas para que sus alumnos pudieran disponer de más espacio en el comedor escolar. Como en las clases, cada grupo tiene su lugar específico, que debía estar separado de los demás. Asimismo, algunas escuelas organizaron más turnos y otras emplearon para el comedor espacios como la biblioteca. Los que disponen de más espacio también pusieron una silla vacía en medio de cada sitio ocupado en las mesas.