La hija del hombre acusado de abusar de la nieta en Lleida: "Mi padre estaba obsesionado con ella"

"Cuando lo supe no me lo creí pero después entendí muchas cosas. Mi padre estaba obsesionado con ella. Es parte de la declaración de la hija del hombre acusado de abusar sexualmente de la nieta en Lleida, que es también madre de la menor. El acusado ha negado haber tocado "nunca" a la niña en su declaración en el juicio que de este miércoles en la Audiencia de Lleida. Las psicólogas que trataron a la menor han explicado que la niña es una persona que vive una situación familiar "complicada", con carencias afectivas, y que esta situación la hace "más vulnerable a sufrir situaciones abusivas". "Era la candidata perfecta", ha concluido la fiscal, a quien solicita para el hombre 12 años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales.

Durante el juicio se ha podido escuchar la declaración grabada de la niña, de más de media hora, en la que explica detalles de al menos tres situaciones de abusos sexuales, una con 8 años y dos con entre 11 y 12 años, cuando finalmente denunció los hechos. Las psicólogas consideran que su relato es creíble y la médico forense que la exploró tres semanas después de la última agresión, ha explicado que las lesiones que presentaba la menor eran compatibles con una penetración.

Según el ministerio público, los abusos empezaron en 2013, cuando la niña tenía 8 años y su abuelo 65, en el piso de Mollerussa donde los dos convivían junto con la madre de la menor. Aquel mismo año dejaron de vivir juntos por una discusión familiar y, después de unos años sin hablarse, se volvieron a relacionar en 2017, cuando la niña tenía 11 años y el abuelo 69. Entonces, según la fiscalía, el hombre volvió a agredir sexualmente a la nieta, tanto en su casa en Lleida como en casa de la menor en el Palau d'Anglesola (Pla d'Urgell).

Aunque inicialmente la fiscalía solicitaba que se condenara al hombre por un delito continuado de agresión sexual, finalmente ha pedido que se lo condene por un delito continuado de abusos sexuales, al no haber quedado probado el uso de la violencia ni la intimidación.

La defensa pide que se absuelva el abuelo al considerar que no han quedado probados los hechos, en que hay contradicciones en las declaraciones de la menor y que, según la familia, añade, la niña "acostumbra a mentir".