Sin burbuja fuera de la escuela

Grupos estables “burbuja” dentro de los centros, con medidas para evitar que los alumnos de cada uno de ellos se mezclen con los de los demás. Esta es la piedra filosofal del protocolo que se aplica este curso para evitar contagios de coronavirus dentro de las escuelas. El problema con el que se han encontrado algunos colegios, especialmente los que tienen más alumnos o cuyos accesos están situados en calles estrechas, es que los padres, y por tanto también los niños, se agolpan a sus puertas a las horas de entrada y salida, a pesar de que se hagan de forma escalonada por grupos, situación que también se ve favorecida porque ahora los padres no pueden entrar en el patio. Uno de los afectados es Lestonnac, cuya entrada principal da al tramo peatonal de la calle l’Ensenyança, que además sirve de acceso a otros dos equipamientos públicos que suelen estar concurridos: la oficina de Extranjería y la comisaría de la Policía Nacional, donde se tramita el DNI. Por este motivo, la dirección de la escuela ha solicitado a la Paeria que corte sendos tramos de las calles Bisbe Galindo y Bonaire a las horas de entrada y salida para poder utilizar sendas puertas que dan a estas vías, cuyas aceras son muy estrechas. El centro también recuerda que los grupos salen en intervalos de 10 minutos, por lo que los padres no deberían en la medida de lo posible permanecer ante el centro más tiempo del necesario para dejar o recoger a los niños. Por su parte, el Episcopal, otro centro que cuenta con muchos alumnos, ha enviado una circular a las familias en la que, además de felicitarles por su colaboración en este inicio del curso, reitera la necesidad de vigilar para evitar crear aglomeraciones a las puertas del centro. Esta situación también se repite en otros municipios, como Tàrrega, cuyo ayuntamiento ha remitido sendos escritos a los centros para que insten a los padres a evitar aglomeraciones y a no aparcar el coche de forma indebida en sus proximidades.

Plan piloto para dejar a los niños parando un momento el coche La escuela Espiga es uno de los situados en las afueras de Lleida ciudad en los que muchos padres llevan y recogen a sus hijos en coche. Para evitar en la medida de lo posible las aglomeraciones, este curso han organizado un sistema de acogida denominado “Petó i adéu”, que consiste en el que el padre o madre que lleva al niño o niños en su coche aparque delante del centro solo el tiempo imprescindible para que bajen, ya que hay monitores que los acompañan hacia el centro. Hay tres puntos de parada y la entrada de los alumnos está repartida en tres turnos entre las 8.50 horas y las 9.10.