TRIBUNALES JUICIO
Fiscalía acusa a 10 supuestos narcos en el juicio más largo de la era Covid
Pide entre 4 y 9 años de prisión al asegurar que traficar “era su modo de vida” || El juicio se alargó al no aceptar la Audiencia suspenderlo por exceso de aforo
La Fiscalía mantuvo ayer su acusación contra diez acusados de tráfico de drogas en Almacelles, Lleida, Balaguer y Tarragona al considerar que actuaron para enriquecerse y lo convirtieron en su modo de vida. Así se pronunció el Ministerio Público en la última sesión de un largo juicio, que comenzó el pasado miércoles y se alargó un día más de lo previsto después de que la Audiencia de Lleida denegara la petición de las defensas de suspender su celebración por exceder el aforo establecido en la sala según la normativa anti-Covid. En la última sesión, celebrada ayer, también declararon los acusados, que negaron los hechos, y se escuchó parte de las intervenciones telefónicas a los investigados. Según la Fiscalía, las pruebas de los guardias civiles que detuvieron a los acusados demuestran su participación en los hechos. “Traficaban con drogas para enriquecerse, lo hicieron su modo de vida y no actuaron porque su adicción les obligara a hacerlo”, señaló el fiscal. Asimismo, consideró que durante la investigación policial se respetaron sus derechos fundamentales y las pruebas se recogieron correctamente, después de que las defensas pidieran anular las intervenciones telefónicas al considerar que no se hicieron con garantías.
En sus conclusiones, la Fiscalía mantuvo su posición inicial de solicitar penas de entre 4 y 9 años para los diez acusados, en función de su participación en la organización criminal, y recordó que se les intervino gran cantidad de droga: más de 11 kilos de cocaína, 4 de heroína y 220 kilos de marihuana. Tres de los nueve acusados se encuentran en prisión preventiva por esta causa.
Por su parte, las defensas solicitaron penas mínimas o la absolución para sus defendidos y alegaron los problemas de adicción de sus representados. En el caso de uno de los acusados que se enfrenta a una petición de cárcel más elevada, su abogado, Enric Rubio, solicitó que en caso de ser condenado se le interne en un centro psiquiátrico o de deshabituación por su adicción a las drogas. El primer día del juicio en la sala había 37 personas, cuando el aforo anti-Covid es de 30. Se fijó más distancia entre los abogados (que eran 9) y se hicieron más recesos.