La Llotja se estrena como sede de la UdL

El edificio del palacio de congresos y teatro de la Llotja se convirtió ayer en una extensión más de la facultad de Derecho de la Universitat de Lleida (UdL), ya que acogerá clases presenciales de primer curso de este grado durante, como mínimo, este semestre. Así lo establece el convenio que ratificaron ayer la Paeria y la UdL y que permitió a 120 alumnos pudieran hacer clase en la sala Leandre Cristòfol. La Llotja es el primer equipamiento municipal que utiliza la UdL para la docencia presencial. El segundo será el el edificio Cedico, en el parque científico de Gardeny, que acogerá a partir del lunes a 150 estudiantes del grado de Turismo.

“Poder utilizar estos espacios ha sido muy importante para nosotros, ya que tanto Derecho como Turismo tienen muchos alumnos y no podemos ponerlos en una aula sin vulnerar la distancia de seguridad por el coronavirus”, dijo el vicerrector de Ordenación Académica, Francesc Giné. “Ahora, gracias a la cesión de estos espacios, podremos ofrecer todas las clases de primero de Derecho y Turismo de forma totalmente presencial”, recalcó. Por su parte, los alumnos elogiaron tanto las condiciones de seguridad que se aplican en la Llotja como poder volver a clase. “Hemos pasado de ir a Bachillerato a la universidad y veía muy necesario volver a las clases presenciales”, dijo Alma Montull, mientras que su compañero Roger Palacios añadió que “pensábamos que no podíamos hacer las clases presenciales y es un alivio volver a esta rutina”.

Además de usar espacios municipales, la UdL ha habilitado aulas en otras dependencias propias. Un ejemplo es la facultad de Educación, que las ha instalado en el gimnasio, en su sala de juntas y en la sala de exposiciones del edificio de la biblioteca del campus de Cappont para garantizar la distancia de seguridad. “También hemos puesto a disposición de los alumnos unas aulas para poder seguir las clases telemáticas”, añadió la decana de la facultad, Maria Pau Cornadó.

La universidades catalanas aún son las más caras pese a bajar sus tasas

El precio de la matrícula universitaria en los cursos de primer año ha bajado 583,33 euros de media este curso en Catalunya, siendo la comunidad autónoma en la que más bajó este importe. A pesar de ello, las universidades catalanas continúan siendo junto con las de Madrid las que tienen los intervalos de precios más caros en las matrículas de primer año. Así lo constata un informe del Observatorio del Sistema Universitario, que analiza si las universidades han aplicado la reducción de tasas que contemplaba el acuerdo del Conferencia General de Política Universitaria del 27 de mayo. Según el informe, el precio más bajo de un curso de grado en Catalunya es de 1.061 euros y el más caro, de 1.660. Son muy parecidos a los de Madrid, donde la horquilla es de entre 1.283 y 1.568 euros. Las terceras más caras son las de Castilla y León, donde su precio es de entre 776 y 1.376 euros. Las más baratas son las de Asturias (518-942 euros), Canarias (568-875) y Galicia (591-836 euros).