ESNOTICIA
La pandemia reduce el seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas
La pandemia de la Covid-19 ha provocado que el sistema de salud haya tenido que reducir el seguimiento y el control de los pacientes con enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión. Además, el aplazamiento de operaciones, unas 650 en Lleida, como las de prótesis de cadera o rodilla también ha deteriorado la calidad de vida de los afectados.
La pandemia de la Covid-19 ha obligado a los hospitales y centros sanitarios a dedicarse prácticamente a ella y, como consecuencia, a reducir la actividad habitual como operaciones no urgentes de distintas patologías cuyo retraso empeora la calidad de vida del paciente con el paso del tiempo y pruebas y visitas de seguimiento de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, el colesterol y la bronquitis, entre otras, que necesitan controles periódicos. Además, esta afectación ha sido doble en Lleida debido a la segunda oleada sufrida en verano por el aumento de casos en el Segrià, que hizo que los sanitarios se centrasen de nuevo en los casos de Covid, y llevó a prohibir que pacientes acudieran a los centros sanitarios para evitar contagios y a suspender la actividad, al contrario de los demás hospitales que pudieron seguir haciéndola. Por ejemplo, el hospital Arnau de Vilanova tuvo que reprogramar 650 intervenciones quirúgicas y, algunas, hasta dos veces.
“Lo que más se ha demorado es lo no urgente, como analíticas, el seguimiento semestral de una persona diabética para controlar que el nivel de azúcar es el adecuado o de un paciente con hipertensión, a quien hay que vigilar que no sufra ningún tipo de descompensación con la tensión”, explicaron médicos de familia de Lleida, que matizaron que a las personas de más riesgo se les ha hecho el seguimiento. “Si no se ha permitido a algunos pacientes a acudir a los Centros de Atención Primaria (CAP) es porque el contagio de la Covid en un centro sanitario es mayor”, argumentaron. De hecho, explicaron que el control anual a personas con bronquitis crónicas, que tienen que someterse a una espirometría (técnica de exploración de la función respiratoria que mide los flujos y los volúmenes respiratorios) no se puede hacer porque se generan aerosoles, por lo que aumenta el riesgo de transmisión de la Covid.
Los médicos no han hecho espirometrías a personas con bronquitis crónicas, ya que se generan aerosoles
A pesar de que la situación de la pandemia vuelve a empeorar, los facultativos destacaron que desde hace más de un mes se han vuelto a recuperar las visitas presenciales y estos controles, que han afectado sobre todo a personas de más de 65 años.
Además de este tipo de seguimientos, los médicos también han detectado que la reprogramación de operaciones de prótesis de cadera o de rodilla ha provocado que estas personas sufran más dolor. “El retraso de estas intervenciones hace que el dolor que sufren los pacientes aumente con el paso del tiempo, por lo que nos hemos visto obligados a modificar o a subir la dosis de tratamientos”, señalaron.
También ha influido el hecho de que pasar demasiado tiempo en casa, como durante el confinamiento estricto, ha causado dolores musculares. “En estos casos recomendamos mejorar las posturas al sentarse, pero si la evolución no es buena se receta un tratamiento o, si se puede, que acuda al fisioterapeuta”, explicaron. Sin embargo, apuntaron que hacer un seguimiento de los dolores musculares, abdominales y esqueléticos a distancia dificulta su tratamiento.
Por otro lado, destacaron que “ya sea ahora en pandemia o no, siempre se buscan todos los recursos posibles antes de llegar al quirófano” y pusieron como ejemplo que en el caso de una tendinitis (inflamación o irritación de un tendón) primero se receta un analgésico y si no mejora, se deriva al fisioterapeuta. En el caso de que calcifique, cuando se forman depósitos de calcio sobre el tendón, puede llegar a operarse.
Más de 18 meses para recuperar la actividad El impacto de la primera ola de la pandemia se hará notar en los hospitales de Catalunya, como mínimo, 18 o 21 meses más. Este es el horizonte que maneja el departamento Salud para recuperar la actividad asistencial habitual después de que durante cuatro meses tuviera que aplazarse. La directora asistencial del CatSalut, Xènia Acebes, situó la normalidad en este periodo, un escenario que aún puede verse alterado. Salud asegura que ya se ha podido recuperar parte de la actividad y que no hay una desprogramación generalizada a raíz de la segunda ola.