Un conductor de patinete, primer denunciado por el toque de queda

Un vecino de Lleida de 24 años es el primer denunciado en la capital del Segrià por saltarse el toque de queda en la primera noche en la que los cuerpos policiales imponían multas. El joven, de nacionalidad colombiana, fue interceptado a las 0.15 horas en la calle Príncep de Viana cuando una patrulla de la Guardia Urbana le vio circulando con un patinete eléctrico y sin respetar un semáforo en rojo. Los agentes le dieron el alto y observaron que presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas. A continuación, le hicieron el test de alcohol que dio un resultado positivo de 0,71 mg/l. También le interrogaron por el motivo de desplazamiento en pleno toque de queda y no se debía a ningún motivo justificado. Por todo ello, los agentes hicieron la correspondiente acta correspondiente por no respetar la orden de confinamiento nocturno y las denuncias administrativas por las infracciones de tráfico. También trasladaron el patinete eléctrico al depósito municipal.

Durante la noche y la madrugada de ayer, entre las 22.00 y las 6.00 horas, la Guardia Urbana llevó a cabo controles en diferentes zonas de la ciudad como el Barri Antic, la plaza de la Sardana, la plaza Ricard Viñes, la calle Cos-Gayon, el puente de la Universitat o la rotonda que hay entre el camino de Granyena y la calle Miquel Batllori. Se dio el alto a un total de 63 vehículos y todos sus ocupantes justificaron el desplazamiento, la gran mayoría provenían o iban a su centro de trabajo, como es el caso del matadero de Binéfar o diferentes polígonos deLleida ciudad, según explicó ayer la Paeria.

Por su parte, los Mossos d’Esquadra levantaron en Catalunya un total de 115 actas por incumplimiento del toque de queda y cerraron dos locales que infringían el horario permitido. La mayor parte de las 115 sanciones impuestas la pasada noche han sido en el área metropolitana de Barcelona y en otros entornos urbanos. En cuanto a la tipología del infractor, se trata de personas que no pudieron aportar una justificación adecuada sobre su presencia en la vía pública y de repartidores de comida. En este sentido, recordaron a los ciudadanos que los restaurantes cierran a las 21.00 horas, de manera que los encargos hay que hacerlos con anterioridad. Las sanciones pueden oscilar entre los 300 y los 6.000 euros.

Por otro lado, la Guardia Urbana de Barcelona interpuso durante la madrugada 22 denuncias y desalojó a 19 personas de la vía pública.