El comercio sufre la falta de clientes de pueblos vecinos

El confinamiento perimetral y la limitación del 30% de aforo en los comercios ha sido un golpe más para el sector, que se suma a un descenso del consumo similar al que ocurrió en julio, cuando fueron confinados Lleida y seis municipios del Baix Segre tras el aumento de casos de coronavirus. Así lo aseguraron los presidentes de las asociaciones comerciales del Eix, Zona Alta, Cappont y La Bordeta, que se muestran pesimistas de cara la campaña de Navidad, ya que prevén que apenas servirá para cubrir gastos. Y es que solo hacía falta dar una vuelta por el Eix ayer por la tarde, donde había mucho menos gente de la habitual en un sábado y la mayoría eran familias que estaban dando un paseo y niños disfrazados con motivo del Halloween. “Como la gente no puede hacer nada, no compran nada y así está el panorama, con paseantes pero sin bolsas, y si a esto le sumas que no puedan venir a comprar gente de fuera, pues es un drama”, aseguró Maria Àngels, de la tienda Lluna de Drap. Una opinión que comparte Albert Rocaspana, del comercio Sette Camiche, que añade que “las limitaciones de aforo no nos afectan especialmente porque las tiendas son pequeñas y los clientes entraban de forma escalonada, lo que sí perjudica es el cierre perimetral y las pocas ganas de comprar por parte de la gente, cosa normal dada la situación”. Por su parte, el presidente del Eix, Llorenç González, no discute las restricciones sanitarias, pero reconoce que “hemos perdido todos los clientes de Aragón o del resto de la provincia que venían el fin de semana, y eran una cantidad muy importante, espero que para Navidad se hayan levantado algunas restricciones”. Más pesimista se muestra su homólogo de la Zona Alta, Josep Bellera, que cree que “la gente está triste, no le apetece comprar porque no puede hacer nada que no sea trabajar o estar en casa y con el confinamiento perimetral ya no podemos ni hacer entregas a domicilio fuera de Lleida, la sensación es de tristeza e incertidumbre”. A su vez, el presidente de los comerciantes de Cappont, Jordi Cunillera, teme que “la situación no mejorará de cara la Navidad, se te quitan las ganas de comprar y consumir”, mientras que la de La Bordeta, Paqui Tena, admite que “por mucho que mejore la situación, la campaña de Navidad no nos salvará los muebles, viviremos al día”.