ESNOTICIA
En marzo estábamos mucho peor
Las cifras actuales, siendo pésimas, no son las de entonces y las restricciones se han hecho mejor || El catedrático Josep Maria Tamarit no ve clara una alarma de 6 meses sin control del Congreso
Estamos muy mal, pero en marzo estábamos peor. Para entendernos: como ahora se hacen muchos test, se calcula que se detecta a la mitad de positivos; en marzo, con muy pocas PCR, solo se detectaba una décima parte. Eso quiere decir que los 5.000 positivos diarios detectados este octubre en Catalunya comportan 10.000 contagios reales, mientras que en marzo esa cifra comportaba 50.000. También las restricciones legales se han hecho mejor que la pasada primavera, “evitando la solución extrema del confinamiento domiciliario permanente de la población, una opción desmesurada y dictada con clara extralimitación de los poderes que la Ley atribuye al Gobierno en el estado de alarma”, según apunta Josep Maria Tamarit, catedrático de Derecho Penal de la Universitat de Lleida y la UOC, en el artículo que se publica en esta página. Esta semana un diario de Madrid
publicó una entrevista al economista Hoesung Lee, presidente del grupo de expertos que aconseja a la ONU en cambio climático, en la que destacaba que las democracias occidentales, ante la pandemia, no han titubeado a la hora de tomar medidas radicales que lesionan el corazón de sus principios. Es importante abrir ese melón. Confinamientos, limitaciones de movilidad, reunión y manifestación, suspensión de actividades económicas, aplazamientos de tratamientos médicos, obligación de taparse la cara... Todo eso va contra los valores forjados en Occidente desde que Descartes y Montaigne iniciaron la Modernidad y los ilustrados recogieron su testigo. En marzo, dice Tamarit, hubo una “clara extralimitación de los poderes” y ahora “las cosas se han hecho mejor”, aunque este catedrático no ve claro un estado de alarma de 6 meses sin control del Congreso. Tamarit destaca la importancia de que los políticos den ejemplo y lamenta la cena con presencia de autoridades en Madrid, “de la que no creo que haga falta decir nada más”. No hace falta decir nada más, efectivamente, pero es difícil no decir que el “no lo volveré a hacer” del ministro Illa al día siguiente en el Congreso recuerda demasiado lo que dijo ese rey emérito que no sabemos dónde está cuando le pillaron cazando elefantes.