Mercè Porté: «Se ha demostrado que no estábamos preparados»

Los Colegios de Médicos e Enfermeros de Lleida han sido reconocidos con el Premi Alfons de Borja de la asociación Alumni UdL, un galardón copatrocinado por el Grup SEGRE y el Banco de Santander, por haber estado en la primera línea de la Covid-19. El presidente del Colegio de Médicos, Ramon Mur, señala que es una forma de personificar los valores universitarios, ya que muchos sanitarios son titulados por la UdL y la presidenta del de Enfermeras, Mercè Porté, destaca que luchar contra la pandemia ha sido “el mayor reto laboral”. 

¿Cómo valora recibir el premio?

Es un honor recibir una distinción como esta y que se reconozca la labor de los enfermeros en estos tiempos tan difíciles tanto para la profesión como el conjunto de la sociedad. Y también es un orgullo que haya tantos colegiados que procedan de la Universitat de Lleida. Antes de que se constituyera el colegio, a finales de los 80, y no hubiera este tipo de formación en Lleida, la mayoría iban a estudiar a Barcelona. Es por eso que ver cómo ahora se pueden formar y trabajar aquí es genial y beneficia al territorio.

¿Qué se podría hacer para evitar que titulados se vayan de Lleida?

Hay mucho trabajo por hacer desde la parte contratante. Debes intentar que haya unas ofertas de trabajo dignas y en este ámbito el sistema sociosanitario tiene mucho camino por recorrer, porque los sueldos son bajos. Es complicado enviar efectivos fuera de las grandes ciudades y es por ello que creemos que se debería hacer más atractivo y ofrecer incentivos para que les motive desplazarse a núcleos más pequeños y alejados de las capitales, además de ofrecer contratos a largo plazo.

¿Cómo se sienten los sanitarios en esta ola?

Creo que la gente está muy cansada, es un tópico pero es así, y también desanimada. Porque por mucho que trabajes e intentes hacerlo bien y mejoren los indicadores, al cabo de un mes volvemos a las mismas, no ves el final y esto agobia mucho, especialmente en los hospitales, con enfermos graves. Es una suma de factores lo que ha comportado que estemos en esta situación de agotamiento, porque la enfermedad es nueva y poco conocida. La situación es dura para los que estamos en la parte sanitaria y los que no pueden abrir sus negocios.

¿Hay decepción por las condiciones laborales? No parece que vayan a mejorarlas.

Sí. Además del reconocimiento que parece que tenemos, queda pendiente que las enfermeras podamos ocupar cargos importantes en los comités de expertos y toma de decisiones y creo que es un buen momento para replatearnos todo esto. Tenemos reconocimiento, pero creo que no tenemos la valoración laboral que nos merecemos. En ciertos lugares ven a la enfermera como la sustituta del médico. Creo que una de las causas es que a nivel legal no se han desarrollado todas nuestras competencias. Estamos capacidadas para hacer mucho más y creo que no se nos ha dejado porque si aumentamos el nivel de competencias eso se tiene que compensar con un sueldo mejor. Y lo cierto es que no interesa que un colectivo tan grande se le incremente el sueldo.

A nivel profesional, ¿qué ha significado hacer frente a una pandemia?

Ha sido el mayor reto laboral que hemos tenido nunca a todos los niveles. Se ha demostrado que no estamos preparados, con una Agència de Salud Pública mal dimensionada y que ha demostrado las carencias de los países desarrollados en la planificación sanitaria. Nos ha pasado factura y eso debería comportar una reestructuración del sistema público de salud.

¿Cuáles son las carencias que se han visto en el sistema sanitario con la Covid-19?

Seguramente la falta de profesionales a todos los niveles. Hace mucho tiempo que se dice tras años de recortes, básicamente en personal. Ahora se ha visto que ese personal era necesario y ampliarlo. Estamos pagando la gestión de los últimos años. Creo que lo que cambiará tras la pandemia es que se verá la necesidad de incorporar a la Atención Primaria más sanitarios y especialidades y aumentar los ratios de enfermeras por población.